Miniussir y Giorgeta: Académico de Honor por Isabel Saiz Giorgeta y Francisco Coloma Colomer

 
Nicolás de Miniussir y Giorgeta:
Académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
 
Autores: Isabel Saiz Giorgeta y Francisco Coloma Colomer.
Colaborador: Alfredo Bonilla Giorgeta.
Fuente principal: El Patrimonio en conflicto. Memoria del botín napoleónico recuperado. Esperanza Navarrete y Alejandro Martínez (2015).
 
 
INTRODUCCIÓN.

El capitán don Nicolás de Miniussir y Giorgeta (Ayudante de Campo del general Álava en la batalla de Waterloo), fue ascendido al grado de teniente coronel gracias a los méritos obtenidos durante esta épica batalla.
Derrotado Napoleón, los ejércitos aliados ocuparon París y propiciaron el regreso del rey borbón, Luis XVIII.
Fue entonces cuando, Álava encargó a Miniussir la tarea del rescate de las obras de arte enajenadas por el ejército francés durante la Guerra de Independencia y su traslado a España.

 
 Mariscal de Campo D. Nicolás de Miniussir y Giorgeta.
Federico de Madrazo y Küntz.
 (1843).

RESCATE Y TRASLADO.
Descripción de la hazaña según distintas publicaciones.

Mostramos, en los textos siguientes, procedentes de distintas publicaciones, la descripción de los hechos acaecidos en París y destinados al rescate y traslado de las obras de arte españolas, enajenadas por los franceses durante la Guerra de Independencia y depositadas en el Museo de Napoleón. 
 
DATOS OBTENIDOS DE LA PUBLICACIÓN:
Biografía oficial del Ejército.
Biografía del Mariscal de Campo don Nicolás de Miniussir. Colección del Archivo Militar: “Estado Mayor del Ejército Español” (1855).
 
Durante la permanencia de los franceses en España nos habían sido arrebatados los mejores cuadros de nuestros museos, que entonces ya servían en el de París de adorno, con envidia de los extranjeros. El general Álava encargó a Miniussir que los recobrase a viva fuerza con el auxilio de 200 hombres de infantería inglesa (además del general Miguel Ricardo de Álava y de Miniussir, también formó parte de esta, extraña pero efectiva delegación, el pintor Francisco Lacoma). Miniussir puso al momento en ejecución esta orden, extrayendo de aquel museo las pinturas robadas a España, y conduciendo a Amberes (ya en 1816), no sólo los cuadros sino también preciosos efectos del gabinete de historia natural y de la imprenta real de Su Majestad, cuyo valor ascendía a treinta millones de reales; salvando con su mucha resolución, valor y prudencia tan rico convoy en las difíciles circunstancias en que se hallaba Francia, forzando las fronteras a la cabeza de una escolta de caballería inglesa y arrollando a los aduaneros que trataban de detenerle.
Tuvo después que embarcarse en el puerto de Helvoeslins en Holanda en una fragata de guerra de la misma nación, por orden de Su Majestad, y trasportó a Cádiz y de allí a Madrid el cuantioso cargamento, que entregó exactamente en los respectivos establecimientos a que pertenecía.
Por tan importantes servicios, Su Majestad se dignó mandar, por real orden de 19 de noviembre, comunicada por el ministro de Estado al de la Guerra, se le recomendase para que no quedara sin un testimonio positivo de la real aprobación. Pero, a pesar de la expresa voluntad del rey, sensible nos es decirlo, tan relevante servicio no ha sido recompensado todavía, y Miniussir no ha obtenido por él otro premio que la satisfacción de la propia conciencia, y el testimonio de aprecio y gratitud que le dio la Academia de Nobles Artes de San Fernando, contándole en el número de sus individuos como académico de honor.
Regresó después Miniussir inmediatamente, según se le previno, al cuartel general aliado de Cambray y París.

DATOS OBTENIDOS DE LA PUBLICACIÓN:
El Patrimonio en conflicto. Memoria del botín napoleónico recuperado. Esperanza Navarrete y Alejandro Martínez (2015).

 
[…] las negociaciones para la devolución de esas obras artísticas fueron duras y se prolongaron durante todo el verano de 1815, desarrollándose en dos fases distintas y requiriendo de la fuerza.
D’Arjuzon, Antoine. Wellington. Madrid: Ediciones Palabra, 2003.
 
[…] Con la solidez que le proporcionaba su relación personal con Wellington, Álava se puso al frente de una delegación formada por el embajador de París, conde de Perelada, el teniente coronel Nicolás Miniussir (ayudante de Álava) que desempeñaba interinamente las veces de su secretaría en la embajada en París y el pintor Francisco Lacoma y solicitó audiencia con Luis XVIII para zanjar la reclamación de los bienes españoles […]. A pesar de ello, el rey persistió en su actitud ambigua que no le iba a servir de mucho: “que ni daba los cuadros […] ni se oponía a que se los llevasen, puesto que este asunto sólo se dirigía por la fuerza”. Álava no lo dudó.
“Esta respuesta de Su Majestad Cristianísima me ha parecido suficiente […] mañana pasarán mis comisionados al Museo […] y se encargarán de los cuadros que en él hubiese pertenecientes a España, dejando para otro día la reclamación y toma de posesión de los que se hallen en Galerías particulares, como las de Soult, Sebastiani, etc.”.

Villa-Urrutia, op. cit., 1927, p.182 […].
 
Luis XVIII de Francia.
(Gérard).
[…]. Tras la entrevista, Miniussir se dirigió al museo y sacó 12 cuadros de los expuestos. Entre ellos se encontraban la Adoración de los Magos, la Circuncisión y la batalla de Jerez, sacados todos de la cartuja de Jerez, y la Apoteosis de santo Tomás de Aquino del colegio de Santo Tomás de Sevilla, todas obras de Zurbarán, que Soult había cedido al Musée de Napoleón. También se hallaba entre los lienzos el Fray Pedro Machado de Zurbarán que Quilliet sacó para Napoleón.
Entonces Álava escribió: “Hay algunos de los de Soult, que casi debí usar la fuerza para sacarlos, pues tanto los empleados del museo como el pueblo querían oponerse a la extracción […]. Mañana […] volveré y espero, antes que empiece el ruido de la gente, poder sacar todo”.

Lipschutz, op. cit., p. 53.
 
El pintor Olazábal realizó esta alegoría de los hechos acaecidos en el Louvre.
 
[…] Andrew Robertson, testigo de los hechos, escribía: “Esto parece un volcán a punto de estallar. Las gentes no recriminan nada a los aliados, sino que atribuyen al rey todas las culpas […] París es un infierno a causa de las pinturas”.
Taylor, op. cit., p. 569.
 
Barón Vivant Denon.
Director del Museo del Louvre.
(Pierre Paul Prudhon).
 
[…]. En las listas del expolio restituido, España ocupaba el tercer lugar con 284 cuadros recuperados […].
El general aprovechó […] para recuperar un total de 284 cuadros y 104 objetos diversos, obras de arte extraídas con ayuda de la fuerza armada, tal y como inventariaron las autoridades del museo, con la protección de tropas prusianas, británicas y austriacas […].

Saunier, Charles. Les Conquètes artístiques de la Révolution et de l’Empire, Reprise et abandons des Alliés en 1815. París: H. Laurens, 1902.

[…]. Álava debía encontrar ocasión propicia para transportar los bienes recuperados a España y este momento de calma pareció no iba a llegar nunca en la Francia post-napoleónica. Por fin, en marzo de 1816, el general Álava se decidió enviarlos protegidos por una escolta británica y embarcarlos rumbo a Cádiz, evitando que cruzaran el convulso país. “Mi Edecán Don Nicolás Miniussir sale el 25 […] a transportar desde aquel puerto los quadros y efectos preciosos de Su Majestad que deven embarcarse en una fragata de guerra holandesa.
AAU oficio de Miguel de Álava al ministro de Estado Pedro Cevallos fechado el 5 de marzo de
1816, desde París a Madrid […].

DATOS OBTENIDOS DE LA PUBLICACIÓN:
De Goya al Museo Napoleón (1809-1815). El largo viaje de un expolio artístico.
Archivo Histórico Nacional. MADRID.

http://www.mecd.es http://www.pares.es

[…]. Diplomacia y recuperación del expolio.
Fernando VII se marcó el objetivo de la recuperación de los bienes artísticos expoliados y trasladados a Francia. Sin embargo, ante la inoperancia del embajador español en el Congreso de Viena, Pedro Gómez Labrador, el rey recurrió a la figura del general Álava [...].
Aunque Álava era embajador de España en Holanda, permaneció junto al duque de Wellington en París, por indicación del gobierno español, siendo incluso nombrado embajador interino en París durante los agitados 100 días del regreso de Napoleón.
En agosto de 1815 se nombró por fin nuevo embajador de España en Paris al conde de Perelada, con instrucciones de recuperar las obras expoliadas a España por el gobierno intruso […].
Es en este momento cuando Miguel Ricardo de Álava inició las gestiones ante Luis XVIII, que resultaron infructuosas, por lo que, tras consultar con el duque de Ciudad Rodrigo, y con el beneplácito del secretario de Estado español, decidió recurrir a la fuerza para sacar las piezas expoliadas del Museo Napoleón.

Conde de Perelada.
Embajador de España en París.
Con el apoyo directo de la infantería inglesa, del capitán Nicolás de Miniussir, que también formaba parte del cuartel general aliado, del teniente coronel Fernando de Navia, y el asesoramiento de un pintor pensionado en París, Francisco Lacoma, recuperó los cuadros del Museo Napoleón, además de efectos del gabinete de historia natural y de la imprenta real.
Este patrimonio recuperado en septiembre de 1815 se depositó en la residencia del embajador, de donde fue trasladado, con escolta inglesa, a Holanda. El periplo no finalizará hasta 1816, fecha en que estos bienes expoliados llegaron a Cádiz, de donde fueron conducidos a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid.

DATOS OBTENIDOS DE LA PUBLICACIÓN:
Historias perdidas de Álava. Álava asalta el Museo del Louvre. El general vitoriano usó la fuerza para rescatar cientos de cuadros expoliados durante la ocupación francesa. Francisco Góngora. Vitoria (2013).
 
[…]. El 23 de septiembre, el capitán Nicolás Miniussir, ayudante de Álava, y el pintor Francisco Lacoma, acompañados de unos 200 infantes ingleses armados con fusiles y bayonetas, acuden al Louvre, custodiado por tropas prusianas, para reconocer y recuperar los cuadros sustraídos en España. El director del museo Vivant Denon, se opone con decisión a que salieran de allí los cuadros de Murillo y Zurbarán regalados en 1813 por el mariscal Soult. A las 20:00 horas de ese día, el capitán Miniussir envía una nota al general Álava dándole cuenta de los hechos. En ella informa de que ha sacado doce cuadros con alguna oposición y que al día siguiente, temprano, volverá a continuar su tarea. «Tanto los empleados como el pueblo francés querían oponerse. Casi hube de usar la fuerza para sacarlos», señala Miniussir a Álava.
General Miguel Ricardo de Álava y Esquivel.
 Al día siguiente, los comisionados españoles vuelven al Louvre y sacan en total doscientos ochenta y cuatro cuadros y ciento ocho objetos diversos. Sin embargo, no pueden recuperar los cuadros que habían pasado a formar parte de las colecciones de los mariscales napoleónicos Soult, Sebastiani y Belliard, entre otros. De esta manera se quedaron en Francia cuadros de Velázquez, Murillo, Ribera, Tiziano, Van Dyck, Guido Reni, etc. El general Álava da parte al día siguiente de la recuperación de los cuadros e informa de la resistencia por parte del rey francés y demás autoridades, que ha hecho necesaria la mayor firmeza. Aconseja que los cuadros, que han sido transportados a casa del conde de Perelada, se envíen a Bruselas, embarcados desde Amberes, por creer que es peligroso remitirlos a España por tierra debido a la resistencia que existe contra la salida de los cuadros de Francia.
El 14 de diciembre llegan a Bruselas los trece cajones con las obras de arte procedentes de París. Posteriormente, son trasladados a Amberes por Miniussir con una escolta inglesa. Las cajas son depositadas en un almacén, hasta que se embarcan, en la primavera siguiente, en la fragata holandesa Amstel, rumbo a Cádiz. El 30 de junio de 1816 son depositados en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, y años después son enviados al Prado.
[…]. Por cierto, uno de los cuadros recuperados es la “Sagrada Familia” de Rafael y otro, “el Sueño del patricio Juan”, que Murillo pintó en Santa María La Blanca, de Sevilla.

Sagrada Familia de Rafael.

 

DATOS OBTENIDOS DE LA PUBLICACIÓN:
Enciclopedia > Voz. Soult, Nicolás Juan de Dios, duque de Dalmacia y mariscal de Francia. Enrique Valdivieso González.


[…]. El que hoy es uno de los mayores orgullos militares de Francia, donde se glorifica su memoria, ha de ser denostado en España a causa especialmente del saqueo artístico que realizó en Sevilla en nombre del rey José I con el pretexto de fundar un museo nacional en Madrid.


Mariscal Jean de Dieu Soult.
Louis Henri de Rudder.

 
La relación de Soult con el Museo del Prado está motivada por el hecho de que algunas de las pinturas que fueron de su colección y que habían sido sustraídas en Sevilla han terminado formando parte de la pinacoteca madrileña. La primera de ellas es La Inmaculada Concepción de los Venerables, obra de Murillo. En segundo lugar, Soult se apropió indebidamente de otros dos cuadros de Murillo, que también han terminado por formar parte del Museo del Prado: El sueño del patricio Juan y El patricio Juan rebela su sueño al papa Liberio. Soult […] deseoso de agradar al monarca Luis XVIII, le regaló ambas pinturas, y éstas pasaron al Musée du Louvre. De allí fueron sacadas en 1815 por el capitán Nicolás Miniussir, custodiadas por soldados prusianos y fueron devueltas a España en 1816. Las pinturas se depositaron en la Academia de San Fernando y de aquí pasaron al Museo del Prado en 1901.
 
DATOS OBTENIDOS DE LA PUBLICACIÓN:
Murillo. "El sueño del patricio". Museo del Prado. Una visita enamorada. Juan Gómez Soubrier.

La quietud del perro dormido a los pies de su amo se convierte en el punto hacia el cual convergen los ojos de todos los amorosos visitantes. Imaginar el romano monte nevado hubiese sido más evidente, ya que éste era el contenido misterioso y milagroso del sueño, mas la sabiduría pictórica del sevillano ha recurrido a una portentosa elipsis: la paz que invade a estos buenos cristianos que nada temen en su reposo merecido.
Aparición de la Virgen en un sueño al patricio de Roma.
(Bartolomé Esteban Murillo).
Murillo obliga al espectador a situarse ante las puertas de los sueños e imaginar el sueño del patricio desde el exacto punto en el que éste se ubica. La renuncia frontal a la espectacularidad de lo mágico sorprende y nos lleva a imaginar esa escena intermedia entre ese cuadro y su pareja en la que se perpetró el prodigio.
La leve insinuación de la montaña nevada del sueño es el único elemento sobre el que podemos –y quizá debemos– imaginar el milagro y el no menos extraño suceso de que el Papa coincidiese en el contenido onírico del prodigio.
Esta canastilla abandonada en primer plano, que semeja un homenaje a Rafael a la par que a la sencillez, estuvo en el Museo Napoleón en 1813 gracias al ánimo depredador y exquisito ojo del capitán Miniussir, junto a otras cincuenta pinturas del museo, para regresar rápidamente a España. Como un sueño agitado, a diferencia de la placidez del retratado, que resulta ser el auténtico.
 
DATOS OBTENIDOS DE LA PUBLICACIÓN:
bibdigital.rjb.csic.es/Imagenes/BARR_Mus_Ci_Nat/BARR_Mus_Ci_Nat_193.
Cita de P. J. Barreiro sobre la entrega al Real Museo de Ciencias Naturales de diversos objetos, robados durante la Guerra de Independencia y conducidos a España por Miniussir.

[…]. Las reclamaciones del Gobierno español al francés en 1814 exigiendo la devolución de los objetos arrebatados al Gabinete el año anterior, fueron atendidas debidamente por Luis XVIII, y en su consecuencia Mr. Roux hizo entrega oficial de los objetos en cuestión a D. Agustín Tavira y Acosta, agregado a la Embajada española en París y Delegado al afecto por su Jefe el Embajador Conde de Peralada. Tuvo lugar en Diciembre de 1815.
Los objetos arriba dichos fueron embalados en tres cajas y siete fardos y conducidos a España por el Teniente Coronel D. Nicolás Minuissir (sic). Abiertos en presencia de éste y de D. Manuel Castor, resultó lo siguiente: faltaban 16 entre vasos y jarrones de gran valor; 45 volvieron mutilados o sin alguna pieza, habiendo desaparecido además bastantes piedras preciosas (1).
 
DATOS OBTENIDOS DE LA PUBLICACIÓN:
Ilustración Artística. Año I. Barcelona. 5 de noviembre de 1882. Num, 45. Origen del Museo del Pardo de Madrid. Vindicación de Femando VII. Pedro de Madrazo.

Propóngome escribir un libro, exclusivamente de bellas artes, que ha de llevar el titulo de Suum Cuique. Y uno de sus capítulos será la vindicación del rey Fernando VII, monarca bajo muchos conceptos agraviado por la historia contemporánea, y verdadero Mecenas de los artistas.
Daño inmenso ha causado á su memoria un pedantesco centón que bajo el nombre de Manuel para los viajeros en España (Hand book for travellers in Spain) redactó el inglés Mr. Ford y publicó hace muchos años el acreditado editor Mr. John Murray […]. Al regresar los asendereados lienzos de su aventurada correría, suponemos que los dignos académicos de honor y profesores que veian con júbilo devuelto á España aquel tesoro, donde venían obras inapreciables de Murillo, de Ribera, de Cano, de Zurbarán, de Rizis y de Cabezalero, no dejarían de concurrir á la apertura de los cajones portadores de tales joyas. Hizo la solemne entrega el teniente coronel don Nicolás Minuissir (sic), ayudante de campo del general don Ricardo de Álava, embajador nuestro en Paris, y los recibieron, previo reconocimiento y cotejo con la lista del envío que conservaba la Academia en sus archivos, el vice-protector de ésta y su secretario don Martin Fernandez de Navarrete. Concíbese que surgiera en aquel dichoso instante en la mente del ilustrado vice-protector la idea de formar en la Academia de San Fernando, con tan precioso núcleo, una pequeña y selecta galería, museo ó pinacoteca, llámese como se quiera […].
 
DATOS OBTENIDOS DE LA PUBLICACIÓN:
Boletín de la Sociedad Española de Excursiones. Arte. Arqueología. Historia. Año XXXIX. Segundo trimestre. Madrid, junio de 1931. Apuntes para la historia del Museo del Prado. Pedro Beroqui.
Fuentes: Gaceta (jueves, 12 de octubre de 1815), Gaceta (martes, 2 de enero de 1816) y Gaceta (martes, 23 de julio de 1816).

[…] afortunadamente, allí estaba el teniente general D. Miguel de Alava, ministro plenipotenciario de Fernando VII en los Países Bajos […]. Pasó el General a ver a Luís XVIII, y como éste le manifestara que ni daba los cuadros españoles pedidos, ni se oponía a que se los llevara, puesto que era asunto que sólo por la fuerza se dirigía, se avistó con nuestro embajador en París, conde de Peralada, y, de acuerdo los dos, se comisionó al ayudante de Alava, el capitán D. Nicolás de Miniussir, para que los sacara del Museo, y así lo hizo el 23 de septiembre, descolgando 12 de los mejores expuestos, y los restantes al siguiente.
Museo del Louvre.
De todas estas gestiones y su feliz resultado, dió cuenta nuestra Gaceta el jueves 12 de octubre de 1815. No decía nada, ni había para qué, de las protestas del director Denon, que, sobre todo, resistió la salida del famoso lienzo de Murillo, Santa Isabel curando a un tiñoso, alegando que éste había sido regalado a Soult por la ciudad de Sevilla. Según la nota pasada por Mr. Lavallée […] lo sacado del Museo con violencia por los comisionados de España, fueron 284 cuadros y 108 objetos diversos.
Como era muy expuesto, dada la efervescencia del momento, que los cuadros recuperados, con los efectos del Gabinete de Historia Natural, atravesaran por casi toda Francia, propuso Alava, y se aceptó, que con la escolta ofrecida por Wellington se enviaran a Bruselas para embarcarlos en Amberes al llegar la primavera.
La Gaceta del martes 2 de enero de 1816 participaba así su llegada: «Bruselas, 14 de diciembre: Hoy han llegado aquí de París varios efectos preciosos pertenecientes a  S. M. el Rey de España, que José Napoleón extrajo al tiempo de su retirada. Es incalculable el valor de estos efectos cuya custodia se ha confiado al teniente coronel Miniussir que está al servicio de España, para conducirlos con un destacamento de caballería inglesa hasta Amberes, donde serán embarcados para España.»
Y en la del martes 23 de julio se daba cuenta del arribo a Madrid en estos términos: «Las preciosidades de bellas artes y ciencias naturales que los franceses extrajeron de España en la época de su dominación han llegado a Madrid conducidas por el capitán D. Nicolás Minusir (sic), de cuyas resultas tendremos la satisfacción de ver restituidos a nuestros gabinetes y museos los mismos objetos que habían supuesto transportados a Inglaterra a bordo de la fragata holandesa el Hamistel las plumas de algunos periodistas, émulos, sin duda, de la grandeza y generosidad de lord Wellington, cuyo nombre será siempre por tantos títulos apreciable a todos los españoles.» En Madrid, a 30 de junio, el Viceprotector de la Academia de San Fernando, D. Pedro Franco, y el Secretario D. Martín Fernández de Navarrete, en virtud de orden del Rey comunicada por el Secretario de Estado Ceballos, dieron recibo de las pinturas que en cuatro fardos trajo de París el Sr. Teniente coronel D. Nicolás de Miniussir, ayudante de campo del Embajador de S. M. en Holanda. A la apertura asistieron D. Vicente López, Pintor de Cámara y Teniente director de pintura de la Academia, y D. Julián de Barcenilla, Director de Arquitectura.
[…] la Academia […] nombraba Académicos de honor y de mérito […] en 14 de septiembre y 26 de noviembre de 1816, D. Nicolás de Miniussir y el general Alava.
 

 

RELACIÓN DE CUADROS.

Miniussir transportó hasta Madrid el cuantioso cargamento de obras recuperadas, y las entregó a los respectivos establecimientos a los que pertenecían.
De los 284 cuadros y 104 objetos diversos rescatados por Miniussir del Museo de París en 1815, cincuenta y siete  lienzos fueron entregados, por él mismo, a la Real Academia de San Fernando.


Presentamos, a continuación, el catálogo con título y autor de las 57 obras entregadas a la Academia por Miniussir.


DATOS OBTENIDOS DE:
Manuscrito. Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Archivo (sign. 4-87-2). Madrid.
 
1. Nuestra Señora del Rosario (Claudio Coello).
2. Apoteosis de Santo Tomás (Francisco de Zurbarán).
3. La caza del lobo y de la zorra (Pedro Pablo Rubens).
4. Cristo crucificado entre los dos Ladrones (Juan Martín Cabezalero).
5. Calle de la Amargura (Juan Martín Cabezalero).
6. Ecce Homo (Juan Martín Cabezalero).
7. La Crucifixión (Juan Martín Cabezalero).
8. La Adoración de los pastores (José de Ribera).
9. Degollación de Santiago (Juan Fernández de Navarrete, Navarrete el Mudo).
10. Los hijos de Jacob presentando la camisa de José a su padre (Diego Velázquez).
 
Los hijos de Jacob presentando la camisa de José a su padre.
Diego Velázquez.


11. San Benito celebrando la misa (Juan Andrés Rizi).
12. El martirio de San Sebastián (Sebastián Muñoz).
13. San Francisco hablando con Jesucristo que tiene abrazado a un santo clérigo (Juan Carreño de Miranda).
14. San Antonio de Padua hablando al Niño Jesús (José de Ribera).
15. El Nacimiento (Bartolomé Esteban Murillo).
16. Aparición de la Virgen en una batalla que dan los jerezanos (cristianos) a los moros (Francisco de Zurbarán).
17. La Magdalena conducida por ángeles al cielo (José de Ribera).
18. La Adoración de los Reyes (Francisco de Zurbarán).
19. San Francisco de Paula pasando el mar sobre su manto (Juan Antonio de Frías y Escalante).
20. Cristo crucificado (Alonso Cano).
 
Cristo crucificado.
Alonso Cano.


21. La Cena del Señor con los Apóstoles (Francisco Ribalta).
22. La vida es sueño (Francisco Pereda).
23. El Descendimiento de la Cruz (Francisco de Herrera, el Mozo).
24. Un trabajador de minas con sus armas (Mozo o Mazo?).
25. Concepción de Nuestra Señora (Bartolomé Esteban Murillo).
26. San Joaquín y Santa Ana se abrazan en la Puerta dorada (Eugenio Cajés).
27. Concepción de Nuestra Señora (Mateo Cerezo).
28. Agonía de San Francisco (Claudio Coello).
29. Una Santa Familia (Bani).
30. La Serpiente de metal (Moisés castigando a los israelitas con la lluvia de serpientes) (Cardenio?).
31. Una Santa Familia y Magdalena (Mateo Cerezo).
32. Magdalena Ventura con su marido (la mujer barbuda) (José de Ribera).

Magdalena Ventura con su marido (la mujer barbuda).
 José de Ribera.


33. Santa Águeda y San Pedro (Francisco Ribalta).
34. La Asunción de la Virgen (Alonso del Arco).
35. Retrato de Felipe II (Pantoja de la Cruz).
36. Retrato de Carlos V (Pantoja de la Cruz).
37. Pastores y carneros (Pedro de Orrente).
38. La familia de Jacob (Pedro de Orrente).
39. San Guillermo, duque de Aquitania penitente (Francisco Pereda).
40. Cristo atado a la columna (Alonso Cano).
41. El marqués de Grandieta (Mendieta) llevando socorros a Cádiz (Eugenio Cajés).
42. La toma de Brasil por Fadrique de Toledo (Juan Bautista Maíno).
43. Aparición de la Virgen en un sueño al patricio de Roma (Bartolomé Esteban Murillo).
44. El patricio y su esposa habiéndose comunicado sus visiones dieron cuenta al papa Liberio, quien había tenido la misma revelación (Bartolomé Esteban Murillo).
45. Santa Isabel, hija de Andrés III, curando a los enfermos (Bartolomé Esteban Murillo).
46. Un paisaje representando un sitio agreste (Francisco Collantes).
47. San Sebastián y un santo papa (Claudio Coello).
48. El martirio de san Bartolomé (Francisco de Herrera, el Viejo).
49. San Ildefonso y san Eugenio (Alonso Sánchez Cabello).
50. San Juan predicando en el desierto (Vicente Carducho).
51. Visión de Ezequiel (corregido Ezechías) de la resurrección de los muertos (Francisco Collantes).
52. San Lucas y san Marcos evangelistas (Juan Fernández Navarrete, el Mudo).
53. San Juan y san Mateo evangelistas (Juan Fernández Navarrete, el Mudo).
54. La Magdalena en el desierto (Juan Carreño de Miranda).
55. Jacob con el rebaño de su suegro Labán (José de Ribera).
56. La Circuncisión de Nuestro Señor (Francisco de Zurbarán).
57. Tabla de Cristo coronado de espinas entre dos sayones (Luis de Morales. El Divino Morales).

 

 
 
MINIUSSIR Y GIORGETA: ACADÉMICO DE HONOR.

Los únicos honores que recibió Miniussir tras su magnífica hazaña, tanto por el rescate como por el traslado de las obras de arte a España, fueron los otorgados por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, nombrándolo Académico de Honor.
Mostramos ahora sendas cartas protocolarias que tuvo que presentar Miniussir en la Real Academia de Bellas Artes de san Fernando en Madrid para la obtención del título de Académico de Honor, la primera en nombre propio y la segunda en nombre del general Álava.

[…]. Conscientes del papel que desempeñaron estas […] personalidades en la devolución de las obras, la Academia las recompensó concediéndoles una distinción acorde con su acción. En primer lugar vino el nombramiento de Nicolás de Miniussir como académico de honor, quien, con fecha de 1 de agosto de 1816, lo solicitó directamente al infante Carlos María Isidro, que era el Jefe principal de la Academia y establecimientos de nobles artes de España.
El Patrimonio en conflicto. Memoria del botín napoleónico recuperado. Esperanza Navarrete y Alejandro Martínez (2015).


CARTA 1.
Transcripción de la carta protocolaria dirigida por Miniussir a la Academia. Requisito previo imprescindible para obtener el nombramiento de Académico de Honor.
 
Serenísimo Señor = Don Nicolás de Miniussir, Teniente Coronel de los reales Ejércitos, y Ayudante de Campo del General Don Miguel de Álava, enviado extraordinario del Ministro Plenipotenciario de Su Majestad cerca del Rey de los Países Bajos, a Vuestra Alteza Real con el debido respeto expone = Hallándose el año pasado en la corte de París desempeñando interinamente las funciones de Secretario de aquella Legación de Su Majestad fue por dicho Ministro don Miguel de Álava comisionado a extraer del Museo de París las pinturas que el intruso José y sus satélites sacaron de España = Las dificultades que encontró el exponente en dicha extracción son notorias a Vuestra Alteza, asimismo que las que experimentó al trasladarlas a Holanda, en una época en que la fermentación reinaba en Francia = El celo, y la parte tan activa que tomó el exponente en cuidar y conservar las referidas preciosidades hasta conducirlas a esta Corte sin el menor deterioro, da a conocer evidentemente la afectación que tiene en todo lo que pertenece a las bellas artes. En esta consideración, y en vista del servicio que ha hecho a la nación y al establecimiento de las nobles artes = Suplica a Vuestra Alteza Real se digne proponerle que sea admitido Académico de honor de la Real Academia de San Fernando. Cuya gracia espera merecer de la bondad de Vuestra Alteza Real = Madrid 1º de agosto de 1816 = Serenísimo Señor = Nicolás de Miniussir [rubricado]. 

El Infante hizo llegar la solicitud a la Academia, y el propio viceprotector Pedro Franco propuso el nombramiento a la junta particular reunida el día 14 de septiembre de 1816, reconociendo en él:
“Que ha tenido la comisión de extraer del Museo de París las pinturas que los franceses se llevaron de España y conducirlas a esta corte, hallándose actualmente depositadas en esta Real Academia a disposición de Su Majestad”.
Se notificó a Miniussir el nombramiento, y respondió dando las gracias tan solo pasados unos días, el 23 de septiembre.
RABASF. Archivo, sign. 1-40-6 y 1-39-3.

Unos meses después, en noviembre de 1816, sería el mismo Miniussir quien escribiría a Martín Fernández de Navarrete, secretario de la Academia, pidiendo de manera institucional se manifestase el agradecimiento al general Álava por el logro de la devolución de las pinturas.
El Patrimonio en conflicto. Memoria del botín napoleónico recuperado. Esperanza Navarrete y Alejandro Martínez (2015).

CARTA 2.
Transcripción de la carta protocolaria dirigida por Miniussir a la Academia en nombre del general Álava. Requisito previo imprescindible para obtener el nombramiento de Académico de Honor.

“Ruego a Vuestra Ilustrísima se sirva hacer presente de mi parte a la Real Academia que los cincuenta y siete cuadros originales que últimamente se extrajeron del Museo de París, y que los franceses robaron de España, han sido recuperados por eficacia del Excelentísimo Señor don Miguel de Álava, Ministro Plenipotenciario del Rey Nuestro Señor cerca de Su Majestad Cristianísima = Deseoso el referido Excelentísimo Señor don Miguel de Álava de hacer un servicio muy importante a su nación y a las nobles artes, logró de su mano propio el salvar dichas preciosidades. Así es mi parecer que la Real Academia le manifieste su agradecimiento, y que se ponga acta en los archivos de esta Real Academia, a fin de que quede eterna memoria de tan importante servicio = Dios guarde a Vuestra Ilustrísima muchos años. Madrid 1º de noviembre de 1816 = Nicolás de Miniussir [rubricado] = Martín Fernández de Navarrete”.
 
Este escrito fue visto en la sesión particular celebrada el día 26 de noviembre de 1816, en cuya acta se reflejan, como pedía Miniussir, los motivos para mostrar agradecimiento, y previa aprobación del infante Carlos María Isidro, Miguel Ricardo de Álava fue nombrado por aclamación de los presentes, académico de honor “en prueba del aprecio que hacía de sus intereses y amor por su Nación y las nobles artes” (en esta misma acta, se indica que Miniussir estaba presto a partir hacia Cambray, destinado al cuartel general del duque de Ciudad Rodrigo, desde donde se ponía a disposición de la Academia). La notificación del nombramiento se le hizo llegar a través de Miniussir.
 
Pintor Francisco Lacoma.
Autorretrato.

 
Años más tarde, en 1819, el nombramiento llegaría al pintor Francisco Lacoma Fontanet.
 

 
No sería éste el único nombramiento que obtuvo, Miniussir por parte de la Academia, pues en 1840 fue designado como consiliario, y en 1866 académico correspondiente en Valencia.
Según consta en el Catálogo de los miembros de la Real Academia de Nobles Artes de San Fernando, editado en Barcelona el día 16 de noviembre de 1846, tomo 1, nº 16 del Boletín Enciclopédico de Nobles Artes, Miniussir fue nombrado Académico de Honor el día 14 de septiembre de 1816, veinticuatro años después, Consiliario el día 9 de diciembre de 1840 y dos años antes de su fallecimiento, el día 16 de abril de 1866, Académico por Valencia.
 
Hemos hallado en una publicación de 2014: La Relación General de Académicos de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. www.realacademiasancarlos.com/wp.../04/Archivo-de-Arte-Valenciano-XCV-2014. pdf
 
MINUISSIR JORGETA, Nicolás (sic).
1816-9-14: Es nombrado Académico de honor.
1840-12-23: Es nombrado Consiliario.
1866-1-29: Es nombrado Académico correspondiente en Valencia.
1866-4-16: Acepta el nombramiento de Académico correspondiente.
1868-5-11: En la Junta de ese día se comunica que ha fallecido.

 
 
 
FUENTES.
 
Biografía del Mariscal de Campo don Nicolás de Miniussir.
Colección del Archivo Militar: “Estado Mayor del Ejército Español” (1855).
 
El Patrimonio en conflicto. Memoria del botín napoleónico recuperado.
Esperanza Navarrete y Alejandro Martínez (2015).
 
Mariscal de Campo D. Nicolás de Miniussir y Giorgeta. Origen de los Giorgeta de Valencia. Biografía General.
Francisco Coloma Colomer e Isabel Saiz Giorgeta.
blogcoloma
 
Miniussir y Giorgeta: Batalla de Waterloo (1815).
Isabel Saiz Giorgeta y Francisco Coloma Colomer.
Prólogo: Francisco Coloma Saiz (Historiador, chozno de Miniussir).

Colaborador: Luis Cencillo.
blogcoloma
 
Miniussir y Giorgeta: Biografía Triestina.
Isabel Saiz Giorgeta y Francisco Coloma Colomer.
Fuente original: Con Wellington a Waterloo por Pietro Covre (Trieste 1983). Traducción y Correcciones: Francisco Coloma Saiz. 

Hallazgo del documento: Alfredo Bonilla Giorgeta.
blogcoloma
 
D’Arjuzon, Antoine. Wellington. Madrid: Ediciones Palabra, (2003).
 
Villa-Urrutia, op. cit., 1927, p.182.
 
Lipschutz, op. cit., p. 53.
 
Taylor, op. cit., p. 569.
 
Saunier, Charles.
Les Conquètes artístiques de la Révolution et de l’Empire, Reprise et abandons des Alliés en 1815. París: H. Laurens (1902).
 
AAU oficio de Miguel de Álava al ministro de Estado Pedro Cevallos fechado el 5 de marzo de 1816, desde París a Madrid.

www.realacademiasancarlos.com/wp.../04/Archivo-de-Arte-Valenciano-XCV-2014. pdf
 
De Goya al Museo Napoleón (1809-1815). El largo viaje de un expolio artístico.
Archivo Histórico Nacional. MADRID
 
Historias perdidas de Álava. Álava asalta el Museo del Louvre. El general vitoriano usó la fuerza para rescatar cientos de cuadros expoliados durante la ocupación francesa.
Francisco Góngora | Vitoria (2013).
 
Enciclopedia Voz.
Soult, Nicolás Juan de Dios, duque de Dalmacia y mariscal de Francia.
Enrique Valdivieso González.
 
Murillo. "El sueño del patricio". Museo del Prado. Una visita enamorada.
Juan Gómez Soubrier.
 
bibdigital.rjb.csic.es/Imagenes/BARR_Mus_Ci_Nat/BARR_Mus_Ci_Nat_193.
Cita de P. J. Barreiro sobre la entrega al Real Museo de Ciencias Naturales de diversos objetos, robados durante la Guerra de Independencia y conducidos a España por Miniussir.
 
Ilustración Artística. Año I. Barcelona. 5 de noviembre de 1882. Num, 45.
Origen del Museo del Pardo de Madrid. Vindicación de Femando VII.
Pedro de Madrazo.
 
Boletín de la Sociedad Española de Excursiones. Arte. Arqueología. Historia. Año XXXIX. Segundo trimestre. Madrid, junio de 1931.
Apuntes para la historia del Museo del Prado.
Pedro Beroqui.
Fuentes: Gaceta (jueves, 12 de octubre de 1815), Gaceta (martes, 2 de enero de 1816) y Gaceta (martes, 23 de julio de 1816).
 

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1 comentario:

lambertooch dijo...

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