Miniussir y Giorgeta: Batalla de Luchana por Isabel Saiz Giorgeta y Francisco Coloma Colomer

 
Miniussir y Giorgeta:

Batalla de Luchana.
 
por
Isabel Saiz Giorgeta y Francisco Coloma Colomer.

Mariscal de Campo D. Nicolás de Miniussir y Giorgeta.
Óleo de Federico de Madrazo y Küntz (1843).

 
BATALLA DE LUCHANA
(Contexto Histórico y Resumen).

(Fuentes: Batalla de Luchana. Wikipedia, Biografía oficial del Ejército de Nicolás de Miniussir y Mariscal de Campo D. Nicolás de Miniussir y Giorgeta en blogcoloma).
 
Introducción.
Se conoce como batalla de Luchana a los combates que durante la Primera Guerra Carlista tuvieron lugar durante los días 1 al 25 de diciembre de 1836 en la que el ejército isabelino, partiendo desde su base en Portugalete, consiguió arrollar a las fuerzas carlistas que asediaban Bilbao desde el 25 de octubre.
Antecedentes.
El Estado carlista presentaba a principios del año 1836 «...una insuficiencia económica que amenazaba su propia supervivencia». Reunidos en Durango el Pretendiente con los ministros y altos cargos militares, decidieron el 14 de octubre de 1836 poner sitio a Bilbao. Sería el segundo que sufriría esta ciudad durante la Primera Guerra Carlista. Iniciaron el bombardeo el día 25 de octubre.
Preliminares.
Baldomero Espartero, jefe del ejército del Norte (bando isabelino), había marchado con sus tropas  situadas en la frontera sur del Ebro hacia el norte, hallándose al iniciarse el bombardeo de Bilbao en Villarcayo, a 60 kilómetros al oeste.
La ocupación de Portugalete le era necesaria a Espartero para realizar la campaña de auxilio a la ciudad sitiada, pero tenía mal aprovisionada su tropa en Villarcayo, se encontraba enfermo y tuvo que aniquilar antes las guerrillas carlistas que operaban en la provincia de Burgos y entorpecían el tránsito de los suministros que tenía que recibir. Por todo ello, no pudo iniciar su marcha hasta mediados de noviembre, llegando a Portugalete el día 25 (noviembre) con sus 14.000 soldados (en esta acción tuvo gran relevancia la iniciativa propuesta y llevada a cabo por Miniussir los días 22 y 23 de noviembre, mencionada en su biografía oficial del Ejército).
Dos días después comenzó su avance hacia Bilbao por la orilla izquierda del río pero fue rechazado con gran pérdida de efectivos. El fracaso le hizo ver la dificultad de avanzar y romper el cerco por esta orilla, decidiéndose a realizarlo por la opuesta.
Espartero dispuso  construir un puente sobre el Nervión a la altura de Portugalete. El puente se construyó. El día 30 ya se hallaba en la orilla derecha gran parte de su ejército, enviando a los defensores de Bilbao con el telégrafo óptico un mensaje que decía: «El ejército del Norte estará hoy entre Algorta y Aspe o alto frente de Portugalete y se dirige por el E. a Asúa, y mañana por Archanda a Bilbao». Pero el avance no tuvo lugar con la rapidez que había previsto, entablándose la más larga batalla de esta guerra.
Batalla.
En el trecho que se extiende entre el lugar de su desembarco y Bilbao se abren dos barrancos en la cadena montañosa de la margen derecha del Nervión, bajando perpendiculares al río.
En sus cauces fluía mucha agua dadas las fuertes lluvias de los últimos días.
El día 1 (diciembre de 1836) llegaron los isabelinos, formados en tres columnas paralelas, al primer barranco a la altura del puente de Gobelas pero éste había sido cortado. Continuaron avanzando hacia la parte alta del siguiente barranco hasta el puente de Asúa. También éste estaba inutilizado y los carlistas habían establecido tres fortines artillados.
Llegando la noche, Espartero desistió de su intento de franquearse el paso por Asúa y decidió realizarlo al día siguiente por Luchana, lugar situado en la parte baja del barranco, junto al Nervión.
Arreció el temporal el día 5 y destrozó el puente que les unía a Portugalete. Ante ello, renunció Espartero a intentar forzar el paso por Luchana, retiró inmediatamente en barcazas la artillería a la orilla izquierda del Nervión, dando comienzo a la construcción de un nuevo puente para reemplazar al destruido, más al sur y más protegido de los embates del mar pero ahora también bajo el alcance de la artillería de los tres fortines carlistas (en esta acción participó Miniussir, ver biografía oficial del Ejército).
El día 7 por la tarde quedó terminada la nueva obra, comenzando a retirarse a la orilla izquierda las tropas isabelinas pero mientras lo cruzaban, el temporal volvió a partirlo en dos, debiéndose realizar el paso de la fuerza restante empleando lanchas.
El día 12 inició Espartero efectivamente la marcha hacia Bilbao por la orilla izquierda. El mal tiempo y el ardor defensivo de los carlistas obligaron a los isabelinos a desistir nuevamente de su ataque, retirándose el día 15 por tercera vez a Portugalete (en esta acción cubrió Miniussir la retaguardia con su brigada; ver en biografía oficial del Ejército).
El día 17 llegó a Portugalete un refuerzo de tropas y una importante provisión de víveres, dinero y municiones, tras lo cual Espartero se decidió a forzar nuevamente el paso por la orilla derecha. Se comenzó con la construcción de un nuevo puente; realizando previamente el paso de la artillería y parte de la caballería a la orilla derecha durante la noche del día 19 y el amanecer del 20, mientras aquel se estaba terminando.
Al anochecer, los isabelinos habían emplazado sus piezas de artillería sobre el Asúa, el puente sobre el Nervión quedó concluido y al amanecer el día 22 comenzó a pasar a la orilla derecha el grueso de la infantería isabelina y la restante caballería.
Al día siguiente, día 23, se realizó un nuevo ataque marino, formado por unas 20 cañoneras y trincaduras, abriendo fuego frente a Luchana, vivamente contestado por los carlistas.
Amaneció el día 24 previsto para realizar el ataque definitivo. El temporal azotaba la ría y Espartero despertó enfermo, debiendo ceder el mando a su jefe de plana mayor, el general Marcelino Oráa. Las baterías sobre el Asúa y las emplazadas frente a Luchana en la orilla izquierda del Nervión no cesaron de batir las posiciones carlistas.
Hacia las cuatro de la tarde embarcaron en la orilla izquierda ocho compañías de cazadores, su misión era saltar a la orilla ocupada por los enemigos, apoderarse de sus obras y proteger la rehabilitación del puente de Luchana.
En el mismo momento de dar principio a la ejecución se pronunció de una manera espantosa el temporal que ya reinaba. Los carlistas en Luchana, aunque sorprendidos por el imprevisto ataque, defendieron con gran valor sus posiciones.
Los cazadores isabelinos desembarcados consiguieron finalmente desalojar de Luchana a sus enemigos, se tendió junto al puente derruido uno provisional y el ejército de la orilla norte del Asúa repasó el barranco, se encaramó por las laderas del sur del mismo y comenzó a asaltar los fortines de Cabras, San Pablo y Banderas.
«El temporal aumentaba los embarazos del ejército cristino, cuyo puente de comunicación con Portugalete había desaparecido ante la bravura del mar; la nieve y el agua caía sin cesar; el viento arremolinaba las nieves y jamás ejército alguno estuvo en situación más crítica. A medianoche se informó de estas circunstancias a Espartero que abandonó su lecho y logrando pasar a la otra orilla, montó en un caballo y recorrió el campo de batalla. Cuando entre los soldados isabelinos se corrió la voz de que su general se hallaba entre ellos, les hizo retomar con fuerza los ataques y hacia las cuatro de la madrugada del día 25, cuando el temporal cesaba un tanto en su crudeza, consiguieron apoderarse del fuerte de Banderas, último que conservaban los carlistas, los cuales iniciaron la retirada, quedando para las tropas isabelinas libre el paso a Bilbao y finalizada la batalla.
   Batalla de Luchana.
Galería Militar Contemporánea.
Resultados.
Las tropas isabelinas entraron en Bilbao el mismo día 25 de diciembre, recibidas con gran júbilo por los defensores de la ciudad (Espartero, para recompensar el mérito que contrajo en aquella noche la brigada de Miniussir, mandó, en la orden general, que fuesen aquellos batallones los que le acompañasen en su entrada triunfal en Bilbao. Hizo además mención muy honorífica de Miniussir en la alocución que dirigió al ejército el 26, y en el parte detallado que dio, se dice:“Que es merecedor de la gratitud de la patria por la serenidad con que se condujo formando los cuerpos después del paso de un terrible desfiladero”; ver biografía oficial del Ejército).
La noticia de la batalla y de la liberación no llegó a Vitoria hasta el día 29 pero desde allí se propagó velozmente por todo España, dando motivo a que estos hechos fuesen celebrados hasta en los lugares más apartados del país y numerosas localidades dieron nombre de "Luchana" a una de sus calles o plazas.
Espartero recibió el título "Conde de Luchana" mientras que Eguía y Villarreal perdieron sus mandos carlistas.
Tal fue el júbilo liberal que se comenzó a cantar por la Península una copla al son del Himno de Riego: “en el día y la noche más cruda/ que se ha visto en el siglo presente,/ nuestro ejército bravo y valiente/ en la lid demostró su valor./ Con la nieve, granizo y ventisca/ y las balas que a un tiempo silbaban,/ los sufridos guerreros luchaban/ con bravura y patriótico ardor.”

DATOS DE LA BATALLA DE LUCHANA PUBLICADOS EN LA BIOGRAFÍA DE MINIUSSIR OFICIAL DEL EJÉRCITO (1855).-
 
Año 1836.- (Miniussir tenía 42 años según biografía del Ejército o 48 años según certificado de bautismo de Trieste).
En 16 de junio fue Miniussir destinado a las inmediatas órdenes del general en jefe del ejército del Norte don Luis Fernández de Córdova, a quien se presentó en 9 de julio.
El 11 le confió el mando en comisión del regimiento de Extremadura, 15 de línea, y el 12 fue nombrado comandante general de la primera brigada de la primera división de aquel ejército.
En 7 de agosto fue ascendido a coronel efectivo.
Y en 14 fue nombrado jefe de la Plana Mayor del cuerpo de operaciones de Vizcaya, Guipúzcoa y costa de Santander, de cuyo destino no llegó a tomar posesión, porque el general Oráa, que reemplazó a Córdova, quiso conservarle en el mando de la expresada brigada.
El 31 (agosto) del mismo mes se halló en la acción de Murguía, donde fue encargado de cubrir la retaguardia del ejército, y en 13 y 14 de septiembre tomó parte en las de Monte Ángelo y  campos de Arróniz, mereciendo las gracias de Su Majestad.
En el levantamiento del tercer sitio de Bilbao dio Miniussir relevantes pruebas de su arrojo y conocimientos, pues habiendo el general Espartero reunido en Castrourdiales junta de comandantes generales de brigada y de división en 22 de noviembre, propuso Miniussir en ella:
“Que aprovechándose de trece lanchas pescadoras que había en el puerto, se trasladasen 200 o 300 hombres a Portugalete, donde esta fuerza, auxiliada por la guarnición, podía apoderarse de Santurce, y ocupado este punto, lo cual se indicaría con una señal convenida, podría embarcarse el ejército en las lanchas existentes en Castrourdiales, trasladándose sin oposición a Santurce, y de allí a Portugalete.”
El general Espartero, sin oír una sola palabra más, ordenó a Miniussir que fuese a poner en práctica lo que había manifestado.
Así lo verificó, embarcándose, en las referidas lanchas, con 300 hombres del regimiento de Extremadura que mandaba, llegando al anochecer a Portugalete, apoderándose en la madrugada del 23 de Santurce, y enviando al general en jefe dos vapores ingleses que ayudaron la traslación del ejército.
Hallóse después Miniussir el 27 y 28 en Baracaldo; en las acciones de Lujúa y Erandio el 5 de diciembre; y el 15 en la de Retuerta a Baracaldo, cubriendo la retaguardia del ejército con la brigada de su mando.
Asistió también Miniussir a la célebre batalla de Luchana; y como ya hemos tenido ocasión de reseñarla en varios parajes de esta obra, nos contentaremos con añadir que Miniussir, al frente de su brigada, compuesta de dos batallones de Extremadura y el segundo del Infante, atacó a la bayoneta las formidables posiciones atrincheradas que defendían los carlistas con tenacidad y fuerzas muy superiores, y decidió el triunfo, portándose con extraordinaria bizarría.
Batalla de Luchana.
(Juan Serra y Pausas).

Espartero, para recompensar el mérito que contrajo en aquella noche la brigada de Miniussir, mandó, en la orden general, que fuesen aquellos batallones los que le acompañasen en su entrada triunfal en Bilbao.
Hizo además mención muy honorífica de Miniussir en la alocución que dirigió al ejército el 26, y en el parte detallado que dio, se dice:
Que es merecedor de la gratitud de la patria por la serenidad con que se condujo formando los cuerpos después del paso de un terrible desfiladero.
Felicitole, además, por su comportamiento sobre el mismo campo de batalla, y le propuso a Su Majestad para el ascenso a Brigadier, que efectivamente se le concedió con fecha del día siguiente 25, obteniendo, además, la cruz de aquella jornada, y siendo declarado benemérito de la patria.
Las condecoraciones que obtuvo además Miniussir en este año fueron: la de comendador de Isabel la Católica en 27 de junio, y la de San Hermenegildo con fecha 23 de septiembre.
 
DATOS DE LA BATALLA DE LUCHANA OBTENIDOS DE LA PUBLICACIÓN:
Vida Militar y Política de Espartero.
Sociedad de Ex - Milicianos de Madrid. 1844. Tomo II. Capítulo II.
 
Baldomero Espartero.
(Antonio María Esquivel).

8 de noviembre de 1836 (pg. 56).
… eran sus intenciones (de Espartero) destruir completamente la facción espedicionaria (carlista) antes de que lográra entrar en sus guaridas: á este fin dispuso se pusieran en movimiento para el 8 (noviembre) tres divisiones, primera y segunda é izquierda de la vanguardia… Trasladóse (Espartero) el día siguiente 9 (noviembre) con su cuartel general á Soncillo, y la segunda división a Virtus, Cilleruelo y Torres, dejando un batallón en Villarcayo; la primera continuó su camino á la Venta del Escudo en el camino real de Santander, dirigiéndose la primera brigada de la de vanguardia hácia Estrambasmestas, y la segunda hácia Selaya.
Por varios avisos contradictorios se supo que el enemigo con 1,500 infantes y 60 caballos había pasado á la una de la tarde del mismo día 9 por San Andrés de Luena á la Venta del Escudo… …apresurado á variar de rumbo, inclinándole a San Pedro del Romeral.
Siguióle en la nueva dirección el coronel Miniussir, jefe de la primera división, á quien hizo adelantar el general Escalera con cuatro compañías de Estremadura y una mitad de caballería del regimiento del Rey, continuando el mismo general en apoyo de esta fuerza con el primer batallón de Estremadura… Tan acertada y activa fue la persecución del coronel Miniussir, que obligó al enemigo á refugiarse en la cima de los montes y á rescatar diez y ocho prisioneros que llevaba en su poder, procedentes del batallón franco de Burgos que había capturado en Molledo, quedando además varios rebeldes en poder de nuestras tropas…
 
 10 de noviembre de 1836 (pg. 57).
… La espesura de la niebla que reinaba aquel día impidió conocer la verdadera dirección que tomaban… Con todo, el día 11 (noviembre) volvió á ser atacada su retaguardia por nuestra caballería en el descenso de Peña Angulo, causándoles pérdida de consideración…
… Mientras duraba tan activa persecución recibía el general Espartero la noticia del nuevo sitio puesto á Bilbao que le comunicaba el gobernador de Balmaseda…
 
(Desde el interior de Bilbao).
… Los días 20 y 21 (noviembre) se pasaron sin otro fuego de artillería que el dirigido desde nuestras baterías (nacionales sitiados en Bilbao); circunstancia que hizo sospechar desde luego que el enemigo (carlista) premeditaba algún nuevo ataque contra la plaza. El día 22 vino á demostrar que esta sospecha no era infundada… Veinte bocas de fuego vomitaban el estrago, y favorecidas de una inmensa niebla, que impedía distinguir los objetos, derramaban la consternación en la afligida villa. No descansaban tampoco nuestros cañones, siendo tantos y tan repetidos sus disparos que llegaban á constituir un fuego graneado… Un momento hubo en que fue dudosa la suerte de Bilbao… El llanto y la desolación de las familias la responden. Todas creen en inminente peligro la plaza, llegada ya la fatal hora en que los cuellos inocentes de sus hijos han de ser segados por la cruenta espada rebelde.
 
1 de diciembre de 1836 (pg. 89).
… El 1º del actual (diciembre de 1836) se puso en marcha el ejército en tres columnas, formada la de la derecha por la primera división (la del coronel Miniussir), la de la derecha por la segunda, y la del centro por la vanguardia, con las instrucciones todas ellas de concurrir en el pueblo de Azua por diferentes direcciones.
… Ningún inconveniente encontraron las divisiones primera y segunda hasta llegar al pueblo de Erandio, sino los entorpecimientos que producía el tener que marchar por un terreno pantanoso en medio de fuertes aguaceros…
… Lo adelantado del día, y la noticia que recibí (Espartero) de estar cortado el puente de Azua, me hizo suspender la marcha y disponer se acantonase la primera división en el barrio de Arriaga…
 
Vista de Bilbao tomada desde la Ría.
(Galería Militar Contemporánea).

… Decidido a no perdonar medio de socorrer á Bilbao, y de forzar las líneas enemigas por el punto mas ventajoso determiné emprender el paso por cerca de la desembocadura del Luchana á favor de un puente de pontones que había hecho conducir desde Santander…
… El mismo día 3 (diciembre) intentó el enemigo un ataque sobre las tropas de la 1ª División…
… A la una de la tarde del 4 emprendió el enemigo un nuevo y mas vigoroso ataque sobre las mismas posiciones… pero sus esfuerzos fueron tan inútiles en uno como en otro.
… me fue indispensable renunciar al paso de Luchana por bajo de la altura de Arriaga y disponer en consecuencia el reembarco de la artillería y la construcción de un nuevo puente sobre el Nervion…
El general Espartero revistando sus tropas antes de la batalla de Luchana.
 (Historia de España de Pi i Margall, tomo II, año 1903)


… Para proteger la construcción del nuevo puente… dispuse reconcentrar el ejército sobre las alturas de Arriaga y Aspe, estendiendo mi izquierda hasta Lejano y Vudis.
La primera división emprendió su movimiento desde Sondica al romper el día 5 en dirección a Erandio, sostenida por el brigadier Ulibarri, y que se ejecutó con el mayor orden y serenidad. Mientras lo verificaba desde Lujua sobre el mismo punto el coronel Miniussir con los valientes de Estremadura, fue atacada su retaguardia por un batallón enemigo, al que contuvieron las compañías de cazadores y otras dos del mismo cuerpo, formándose sucesivamente en escalones hasta llegar al referido pueblo de Erandio…
 
24 de diciembre de 1836 (pg. 114).
… Era con efecto la noche de Navidad, que nadie en aquellos terribles momentos se hubiera atrevido á llamar Buena sin hacer un ultraje á la humanidad y manifestar indiferencia hácia los horrores de que iba a ser víctima… La altura de San Pablo en que se colocó el general Espartero estaba defendida… por la brillante segunda división…

Ataque de Luchana el 24 de diciembre 1836.
 (Museo Zumalacárregui).
 
Terrible á la par que gloriosa fue aquella noche. Terrible para las huestes de D. Cárlos… terrible por las muchas víctimas que allí se inmolaron… gloriosa para el trono de Isabel II y para la libertad… gloriosa para el ejército español… gloriosa para el mil veces afortunado general, que en un momento de decisión supo proporcionar tantas ventajas y cubrir las banderas españolas de un esplendor que fue orgullo de los que las seguían, la envidia de los que las contemplaban, y que será la admiración de las edades futuras.
… Luchaban nuestros soldados en la altura de San Pedro, y luchaban con denuedo contra los carlistas y contra los elementos… A las cuatro de la mañana la tempestad cesó algún tanto y la batalla pudo
empeñarse nuevamente. Llegó precisamente á
 

Los liberales pasan el puente de Luchana.

este tiempo con su brigada el valiente coronel Miniussir en virtud de la orden que al general Escalera había dado Espartero; y conociendo este que era la ocasión de dar un golpe atrevido y de salir de una vez de tan crítica posición, ordenó que todas las bandas tocasen paso de ataque, y puesto él á la cabeza de la primera división, y á la de la segunda el general Oraá, rompió la marcha en columnas en dirección de la elevada cumbre de Banderas con el objeto de lanzar de ella á los enemigos y apoderarse de sus parapetos y artillería.
Toma del puente de Luchana.
 
(Mugica).
Museo Zumalacárregui.

 
Arriesgada, colosal era la empresa, pues no solo la cúspide sino la montaña toda era ocupada por los facciosos, y había que pasar además un terrible desfiladero, en el que dió pruebas brillantes de su serenidad el coronel Miniussir, que formó y ordenó los cuerpos después de haberle salvado (Mención posterior del hecho por parte de Espartero: “Merecedor es dicho coronel de la gratitud de la patria por la serenidad con que se condujo formando los cuerpos después del paso de un terrible desfiladero”).
El soldado cobraba nuevo aliento con la voz de su general, y las aclamaciones en que sin interrupción prorrumpía, eran el augur del mas completo triunfo.
… Atónitos con golpe tan estupendo los restos de los batallones facciosos, abandonaron con premura todas las posiciones…
… La caballería no pudo tomar parte en aquella gloriosa acción, porque el paso del desfiladero que estuvo obstruido toda la noche por los que retiraban los heridos y por las tropas de la segunda y tercera brigadas de la segunda división que con el general Escalera siguió á la columna del coronel Miniussir la impidieron llegar al campo de batalla…
 
DATOS OBTENIDOS DE LA PUBLICACIÓN:
Luchana. Episodios Nacionales.
Benito Pérez Galdós.
Capítulo XXXVIII.
 
Día 24 de diciembre de 1836.
Arreció en el curso del día el temporal, sin que su violencia estorbara a las valientes tropas isabelinas para lanzarse a la pelea. Desde el camastro donde yacía en la casa de Jado, daba Espartero las órdenes de ataque, previa a la distribución de fuerzas en una y otra orilla, para operar concertadamente contra Luchana. La brigada Mayol… ocupó las alturas de Rentegui y la Torre de la Cuarentena frente a la desembocadura del Azúa. Y en tanto… pasaron en lanchones… ocho compañías de cazadores, dos del primer regimiento de la Guardia, dos de Soria, dos de Borbón, una de Zaragoza y otra del 4º de Ligeros, y fuerza de Ingenieros y Artillería… Pocos ejemplos de arrojo personal que al de aquella noche puedan compararse ofrecerá seguramente la Historia militar del mundo.; y por mucho que el narrador apure los resortes del lenguaje para describirlo, siempre ha de resultar como un combate fabuloso entre fingidos héroes de la Mitología o la Leyenda.
Luchaban unos y otros en la obscuridad de una noche glacial, pisando nieve, azotados por el granizo, calados hasta los huesos… Rodaban los muertos sobre la nieve, se arrastraban los heridos entre peñas y charcos sin que nadie les socorriese; los vivos asaltaban el puente casi a ciegas y a gatas, y sin duda por no ver el peligro, lo acometieron y lo dominaron… El éxito se convirtió en brillante hazaña, la más gloriosa quizás de aquella enconada guerra… Por fin los liberales se calzaron el puente, lo hicieron suyo, y pisaron el fango nevado de la orilla izquierda del Azúa. Emprendieron al punto los ingenieros la compostura del tramo destruido, para que pudieran pasar cañones, caballos y todo el ejército cristino… los facciosos habían surcado de formidables trincheras los montes de Cabras y San Pablo… Tan pronto avanzaban subiendo los liberales , como retrocedían precipitados, con la nieve hasta las rodillas… Serían las diez cuando el animoso y experto general Oráa, a quien Espartero, por su enfermedad, había conferido el mando, vio la imposibilidad de avanzar, ya que no la de sostenerse, y pidió refuerzos. Espartero le envió la primera brigada de la división de Ceballos Escalera; después la segunda, al mando de este. Siguieron la espantosa lucha, intentando escalar las trincheras… los soldados caían a centenares. A las diez y media vio el general Oráa que habían llegado al límite del humano esfuerzo… Oía don Baldomero desde su cama el estruendo de aquella tenaz contienda… En el momento de su  mayor quebranto llegó el valiente Oráa, y con militar rudeza le pintó en pocas palabras expresivas la situación apretada del ejército a la otra parte del río…
Ataque liberal al puente Luchana.
 
(Museo Zumalacárregui).


-Voy ahora mismo, aunque me cueste la vida… ¡pues no faltaba más! Tomado el puente, ¿qué hemos de hacer más que uparnos arriba como fieras? ¿Qué hora es? Las once. ¡Bonita Noche Buena! Señores, hemos jurado perecer o salvar Bilbao. Esta noche se cumplirá nuestro juramento…
Cuando llegó al sitio de embarque, advirtiéronle que su caballo ya iba navegando hacia Luchana. Empezaron a embarcar las compañías de Extremadura y casi toda la división de Miniussir. En la gabarra que más a mano encontró, embarcose el general con su plana mayor y agregados militares y paisanos… Religioso y triste silencio imperó en la travesía. Nadie hablaba. Por un momento, en un desgarrón de las nubes, dejose ver la luna menguante con medio rostro apagado. El temporal remusgaba lejano. Eran las doce, la hora del Nacimiento de Jesús, que allí no anunciaron cantos de gallo ni festejó el rabel de inocentes pastores. Más bien las cornetas y cajas y el pavoroso silbar del viento, proclamaban la destrucción del mundo.
Entrada de Espartero en Bilbao.
 
FUENTES:
 
-Mariscal de Campo don Nicolás de Miniussir y Giorgeta. Origen de los Giorgeta de Valencia.
Francisco Coloma Colomer e Isabel Saiz Giorgeta.
blogcoloma
 
-Biografía del Mariscal de Campo don Nicolás de Miniussir.
Colección del Archivo Militar: “Estado Mayor del Ejército Español” (1855).
 
-Hoja de Servicios de don Nicolás de Miniussir y Giorgeta.
Archivo General Militar. Segovia (1863).
 
-Batalla de Luchana.
Wikipedia.
 
-Vida Militar y Política de Espartero.
Sociedad de Ex - Milicianos de Madrid. 1844.
Tomo II. Capítulo II.
 
-Luchana. Episodios Nacionales.
Benito Pérez Galdós.
Capítulo XXXVIII.



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