La Bodega de Almansa de Ramón Colomer Ferri por Francisco Coloma Colomer e Isabel Saiz Giorgeta

La Bodega de Almansa de Ramón Colomer Ferri.
 por 
Francisco Coloma Colomer e Isabel Saiz Giorgeta.

Agradecimiento especial a José Ramón Martínez Jiménez por su obra: “Historia del vino en Almansa. Análisis del proceso de industrialización y sus repercusiones”, que ha guiado nuestro relato.
 Chimenea de la bodega de Colomer desde la estación de ferrocarril de Almansa. (Fotografía de 2008).

Ramón Colomer Ferri (1861-1925).
Nació en Aielo de Malferit (Valencia).
Hijo mayor de José Ramón Colomer Calabuig (1839-1903) y Teresa Ferri Juan (1836-1868).
Casó en 1883 con Clara Vidal Mompó (1864-1933), también oriunda de Aielo.


 
José Ramón Colomer Calabuig (1839-1903).
 Durante la segunda mitad del siglo XIX, se produjeron una serie de circunstancias que perjudicaron claramente el desarrollo industrial de Aielo, predisponiendo a los jóvenes emprendedores del pueblo a emigrar a zonas más favorecidas.
El golpe de gracia fue causado al fracasar el proyecto de vía férrea, que iba a discurrir por Albaida y Ontinyent; así como, el tramo de vía estrecha, que llegó a iniciarse, entre Villena y l’Alcúdia de Crespins. Sin el impulso que el ferrocarril produjo en el desarrollo industrial decimonónico, Aielo quedó aislado.
En cambio, en los pueblos de las zonas bajas, como Canals y l’Alcúdia de Crespins, los hechos eran sustancialmente diferentes: se había construido una carretera entre 1857 y 1860 que los unía con Villena; se colocaron en la misma (1880) una serie de puentes que evitaban importantes torrenteras, facilitando la comunicación de la Vall d’Albaida con la Costera de Ranes y, por si esto fuera poco, también el tren llegó a la zona en 1857.
Si unimos todas estas ventajas con la abundancia de agua de que disponía esta área, entendemos cómo, Ramón y su familia, recalaron en Canals el año 1886, sin olvidar el agravante añadido de haber sufrido la epidemia de cólera el año anterior en Aielo.


 Ramón Colomer Ferri (1861-1925).
Clara Vidal Mompó (1864-1933).
  
Sociedad Colomer-Ferri (1872-1910).
La Sociedad creada en Aielo, el año 1872, entre José Ramón Colomer Calabuig y su cuñado Jacinto Ferri Juan (1849-1913), fructificó esencialmente en Canals (con la industria harinera) y estuvo vigente durante 38 años, hasta su disolución, el año 1910, con el posterior reparto de bienes por parte de los hijos de ambos: Ramón Colomer Ferri y su primo Salvador Ferri Insa (1887-1955).
El año 1886 arriban a Canals las familias de Ramón Colomer Ferri y su tío Jacinto Ferri Juan, arriendan el Molí Vell y fijan su vivienda en las dependencias del mismo.
Se trataba de un antiguo molino de agua que había sido propiedad de los Benemejís hasta el año 1850 y, posteriormente, comprado a esta familia por Carlos Sansano.

Salvador Ferri Insa (1887-1955), hijo de Jacinto Ferri Juan (1849-1913).

El Molí Vell aprovechaba las aguas finales del río de los Santos, cuyo caudal era utilizado para mover sus muelas harineras.
Ramón y Jacinto se emplearon de lleno en su nueva tarea y pronto se comenzó a difundir la abnegación de los molineros y la calidad de su producto. El éxito fue total y su fama se extendió.
Al principio, los socios utilizaron el rudimentario sistema primitivo de molienda; pero, ya en el año 1893, se hicieron con el llamado sistema austro-húngaro, usando dos turbinas Arne de 30 caballos (según Sivera, 1907) y 100 (según la revista Valencia, 1909). Asociando su fuerza a la presión del considerable salto de agua, se logró suficiente potencia como para mover nueve muelas harineras y una arrocera.
Para aprovechar al máximo sus instalaciones, completaron su industria con una tenería, para el curtido de pieles, el año 1899.
Otra ventaja, que proporcionaba la fuerza generada por las turbinas del molino, fue la extracción de energía eléctrica.
El 24 de marzo del año 1897, se inauguró un sistema de iluminación para el pueblo, cuyo origen se gestaba en el Molí Vell.
Más adelante (1905), aparecen datos sobre la empresa eléctrica de Colomer y Ferri (la Electra Canalense), como tal, con un salto eléctrico en el término de Sellent (según estudio de A. Vila Moreno). Este salto es distinto del que comprará, pocos años después, Ramón Colomer Ferri en Anna, con objeto de abastecer su fábrica harinera de l’Alcúdia de Crespins.
El año 1900 los socios obtuvieron, en la Exposición Universal de París, una Medalla de Oro por sus productos harineros, hecho que plasmaron en sus tarjetas.


 Tarjeta de 1900 en la que se destaca el galardón obtenido en París.

Adquisición de la Bodega de Almansa.
El año 1903, Ramón Colomer Ferri y su tío Jacinto Ferri Juan, entraron en el negocio de producción de vinos y alcoholes registrándose, en la bodega ubicada en la Calle de El Muelle de Almansa, como “Colomer, Ferri y Compañía”; ya que, iniciaron su actividad asociados a Vizcaíno Hnos. Poco tiempo antes, Vizcaíno, antiguo amigo común y propietario de una pequeña fábrica de alcoholes en Almansa (Vizcaíno Hermanos), estando próximo a la quiebra, solicitó a Ramón y Jacinto apoyo financiero, ofreciéndoles, además, entrar en sociedad. Éstos aceptaron el acuerdo y la empresa fue reflotada.


 Tarjeta de 1908 (aún se mantiene la sociedad entre Ramón Colomer y Jacinto Ferri).

Esta primera sociedad sólo duró 4 años; pues, tras la ruina de los negocios de Vizcaíno, a raíz de la crisis de sobreproducción del año 1907, éste vendió su parte a Ramón y Jacinto.

Ramón Colomer Ferri propietario único de la Bodega de Almansa.
El año 1910, se deshizo la sociedad entre Ramón y Jacinto, repartiéndose, entre los socios, los terrenos comunes.
Jacinto Ferri Juan nombró gerente de su nueva sociedad a su hijo Salvador Ferri Insa y quedó con el Molino Viejo, los terrenos circundantes y los próximos a las Casas Nuevas.
Ramón Colomer Ferri mantuvo los terrenos de la estación de l’Alcúdia (con la nueva fábrica de harina) y la bodega de Almansa.
Para dirigir la alcoholera almanseña, designó como gerente a su hijo mayor, Ramón Colomer Vidal.

Ramón Colomer Vidal (1885-1975).
Primogénito de Ramón Colomer Ferri y Clara Vidal Mompó.
Nació en Aielo.
A los 9 años, ingresó en el colegio de los jesuitas de Valencia, en régimen de internado, para comenzar sus estudios de bachillerato.
Inició, con el nuevo siglo XX, los estudios universitarios en la Facultad de Derecho de esta capital, licenciándose en 1907.
Al adquirir su padre la bodega de Almansa, en el reparto con Ferri (1910), Ramón fue conminado a realizar una serie de clases de enología en Valencia, con el objeto de prepararse para dirigir el nuevo negocio familiar, comenzando a hacerlo en el año 1911.
Este mismo año, casó en Valencia con Fanny Maisonnave De Cuadra (1890-1926).
La pareja sólo residió un año en Canals, trasladándose en 1912, de modo permanente, a Almansa e instalándose en un inmueble alquilado, próximo a la alcoholera (este edificio no tiene nada que ver con el adosado a la bodega, que utilizaría Ramón, ya viudo, como vivienda en los años cuarenta).


 
Fanny Maisonnave De Cuadra (1890-1926) y Ramón Colomer Vidal (1885-1975).

La familia residió en Almansa hasta el año 1926, que murió su esposa Fanny y Ramón regresó con sus hijos a Canals.
Tanto Ramón Colomer Ferri como su hijo, Ramón Colomer Vidal fueron presidentes de la Federación de Destiladores y Rectificadores de Vino hasta 1934.
En 1925, murió Ramón Colomer Ferri y la Bodega pasó a sus hijos con la denominación: Hijos de Ramón Colomer S.L.
Tras la Guerra Civil Española, Ramón Colomer Vidal (primogénito de los hermanos Colomer) volvió a hacerse cargo de la gerencia de la Bodega hasta su venta en 1960.

Evolución de la vid en Almansa, desde finales del siglo XIX hasta la II República, y su correlación con la Bodega de Colomer.
La expansión de la vid en Almansa, a finales del siglo XIX, se debió a varios factores:
-La desamortización. Hizo posible la expansión del viñedo en el secano.
-Los bajos precios del cereal. Causaron que la vid fuera una salida viable.
-El ferrocarril. Conectó con otros mercados.


 Bodega de la calle de El Muelle y línea auxiliar de ferrocarril.
La proliferación de bodegas y alcoholeras en las calles contiguas a la línea férrea, refleja el carácter exportador de este tipo de actividad.
(Foto: José Ramón Martínez).

A partir de los años ochenta de este siglo XIX, coincidiendo con la llegada de la filoxera a Cataluña, en Almansa se crearon múltiples establecimientos para la comercialización de vinos.
Pero, hacia la última década del siglo, se interrumpió el periodo de crecimiento; pues, Francia ya había recuperado sus viñedos con injertos resistentes a la filoxera y no requería mantener el acuerdo comercial franco-español, que expiró en 1892.
Para agravar más la situación, se añadió en 1898 la pérdida de las colonias de ultramar.
A principios del siglo XX, llegó la filoxera al Levante español, provocando el desplazamiento hacia Almansa de grandes empresarios y exportadores, debido al menor impacto de las plagas en las viñas del interior. Esto supuso la transformación del sector, produciéndose un fenómeno de concentración e introducción de mejoras en los procesos de cultivo y transformación de la uva.
En 1907, con la llamada Crisis de Sobreproducción, se colapsó el sector, provocando la protesta de la agrupación alcoholera almanseña junto con las de otras comarcas, presionando al gobierno para forzar un cambio en su política fiscal.
Uno de los representantes de este movimiento fue Ramón Colomer Ferri, que formaba parte del grupo de grandes empresarios levantinos, que había desplazado hacia Almansa parte de su emporio.
Como consecuencia de la llegada de estos bodegueros, el sector en Almansa sobrevivió los primeros años del siglo XX y también se recuperó tras la crisis de sobreproducción de 1907.
En 1912 estaban registrados en la matrícula industrial 8 bodegueros, siendo uno de ellos Ramón Colomer Ferri (en esta época ya dirigía la bodega su primogénito Ramón Colomer Vidal) con una producción de 226.000 litros de vino.
Las mayores cotas de éxito se produjeron en Almansa durante la Primera Guerra Mundial y, posteriormente, durante la década de los años veinte, debido al incremento de la demanda interna y a un periodo de malas cosechas en Francia, lo que repercutió en una subida de precios.
Almansa se consolidó como centro productor de vinos para grandes firmas exportadoras.

La Bodega de la calle El Muelle de Ramón Colomer.
Características de la Bodega Industrial en Almansa.
Ya desde finales del siglo XIX, la necesidad de generar una mayor cantidad de producción provocó la transformación de los siste¬mas de elaboración de vinos y alcoholes, introduciendo tanto nueva maquinaria como el uso de productos químicos.
Para llevar a cabo esta transformación se hizo necesaria la construcción de superficies de trabajo mucho mayores que las utilizadas hasta entonces, con accesos mejores y más cómodos y, en la medida de lo posible, comunicados con el ferrocarril o próximos al mismo.
Arquitectónicamente hablando, estas fábricas se construyeron compartiendo bastantes y similares características.
Un ejemplo claro de establecimiento que reunía todas estas medidas fue, en Almansa, la bodega de la calle de El Muelle de Ramón Colomer.
Describimos ahora las características de la bodega industrial, tomando como ejemplo esta alcoholera de Colomer.


Plano de la estación de ferrocarril de Almansa del año 1933. 
Aparece, a la izquierda, la bodega de Colomer con la vía auxiliar, que la comunicaba con dicha estación.
 (Fuente ABC).
                                                                              
-Ubicación y edificio de gobierno.
Esta bodega estaba ubicada en las inmediaciones de la estación de tren almanseña y se accedía a la misma desde la calle inmediata de la vía férrea, auxiliar y específica, procedente de dicha estación, a través de una puerta de hierro.
A la derecha de la entrada, se alzaba un edificio de dos plantas, con acceso directo también desde la calle. La inferior, que comunicaba interiormente con la fábrica, se usaba como despacho y vivienda del portero; mientras que, la superior se empleaba como morada auxiliar del gerente (esta exigua vivienda, fue utilizada por Ramón Colomer Vidal, tras la Guerra Civil, como residencia permanente entre los años 1940 y 1950).


 Entrada de la bodega. A la derecha: vivienda del gerente, edificios de gobierno y almacenes (foto de 2007).
 -Patio central.
El inmenso espacio dedicado a la fábrica estaba precedido de un gran patio rectangular, que representaba una parte esencial de la construcción; ya que, en él se desarrollaban múltiples funciones: espacio de acceso a las distintas dependencias, entrada de los carros para carga y descarga, pesado del material, almacén exterior para residuos, combustibles, etc.
Siguiendo el perímetro derecho del patio de la fábrica había, a continuación del edificio de gobierno mencionado, una serie de almacenes. El central de ellos estaba precedido por una garita desde donde se regulaba el funcionamiento de una espectacular báscula, situada a ras de tierra. En ella se pesaba cada carro en dos sesiones, primero repleto de uva y, de nuevo, una vez descargado, para calcular exactamente la cantidad real del producto que entraba en el recinto.
 Aspecto degradado del patio grande en foto de 2007.
-Nave principal.
El edificio que ocupaba el lado izquierdo del patio estaba diseñado como una rectangular y enorme nave construida en superficie, de dimensiones considerables tanto en anchura como en longitud y con techos altos a dos aguas.
El tejado estaba formado por entramados de tablas que se sustentaban sobre vigas de maderas y la cubierta era de teja curva.
Esta nave, atiborrada de cubas apoyadas sobre pilonos de obra, se destinaba a la producción del vino; así como, al almacenamiento del mismo, disponiendo para ello de grandes recipientes fabricados indistintamente en: madera, cerámica u obra.
Los muros estaban construidos de mampostería revestida con yesos.
Las ventanas, abundantes, pequeñas, próximas unas a otras y cuadradas (aunque lo más frecuente en otras alcoholeras era la forma oval), se disponían longitudinalmente en la porción superior del muro, de este modo se lograba controlar la ventilación y la temperatura del interior.

 Entramado de la cubierta de la nave principal (foto de 2007).
Pilonos de base para las cubas (foto de 2007).
-Lagares, destiladoras y chimenea.
Al fondo del patio se ubicaban, bajo techado, dos grandes lagares y, tras estos, se accedía a otro patio, más reducido, que encuadraba la alcoholera con sus destiladoras, almacenes y la magnífica chimenea.

 Foto izquierda: Andrés Colomer Maisonnave (centro), hijo de Ramón Colomer Vidal, posando en el patio pequeño un día invernal de finales de los años 40 del siglo XX (foto familiar).
Foto derecha: mismo patio que en la imagen anterior, en este caso con muestras de abandono. Destaca la chimenea de la alcoholera al fondo. 
(Fotografía del año 2007).
   
En las fases iniciales de la fábrica, previas a la mecanización, se podía observar en estos lagares, de modo permanente, un mínimo de dos operarios pisando los granos de uva.
Progresivamente se introdujeron máquinas estrujadoras de mayor capacidad.
En los lagares se drenaba el mosto de la uva en fosos o piletas, desde donde se trasegaba con bombas mecánicas de mano, a grandes depósitos de obra, a tinajas (enterradas o en superficie) o a conos de madera abiertos para su fermentación.

 Estado ruinoso de las destiladoras y de la nave de destilación en foto de 2007.
Restos de tinajas enterradas, destinadas a la fermentación (foto de 2007). 
La bodega de la calle El Muelle de Colomer disponía de una alta chimenea de ladrillo, cuya misión consistía en dar salida a los humos de las calderas de las destiladoras.
Existe una descripción de esta chimenea en la publicación de Pascual Clemente López (Las chimeneas industriales en Almansa):
[…] En la actualidad se conserva la antigua chimenea industrial que sobresale del tejado de uno de los edificios fabriles. Presenta una base de sección cuadrada no vista desde el exterior, con fuste octogonal que disminuye su diámetro conforme gana altura. En una de las caras del octógono se lee la siguiente inscripción: “Colomer Ferri y Compañía” y en la otra, una serie de anillados que en este caso sirven de escalera para acceder a la parte superior de la chimenea. Es el único ejemplo de todos los conservados en la provincia de Albacete donde el acceso es exterior y no interior. El capitel se decora con dobles anillados moldurados, y en la parte superior la acrótera […]
-Proceso final.
El vino se hacía fermentar, junto con la pasta de los hollejos, el tiempo requerido para cada tipo de producto final.
La pasta se extendía, a continuación, en tortas circulares de esparto y se aplastaba mediante prensas, que inicialmente fueron de madera y posteriormente metálicas. El líquido producido tras el prensado se utilizaba para fabricar vinos fuertes y oscuros para su crianza; pues, este método añadía una superior concentración de taninos.
Una vez que el vino ya había fermentado, se almacenaba en cubas de madera, para su conservación y crianza, en los almacenes que conectaban con el patio pequeño, hasta su posterior envío.
La introducción de destiladoras supuso un avance notable en el proceso industrial; pues, permitió su aplicación sobre grandes cantidades de producto y resolver así el problema habitual de los excedentes en periodos de sobreproducción.


 
 Chimenea de la alcoholera de la calle El Muelle. En la imagen se puede leer parcialmente el nombre de la empresa Colomer Ferri y Compañía, por lo que debió de ser construida con anterioridad a 1910, fecha en la que desapareció la sociedad. Este tipo de elementos constructivos ya son plenamente industriales por su vinculación a ingenios o maquinas, como las calderas de las destiladoras; así como, por su propia morfología. (Foto: José Ramón Martínez).

Otro avance indiscutible consistió en el uso, en las bodegas, de productos químicos que aseguraban un mayor tiempo de conservación de los vinos.
También se comenzaron a utilizar esencias prefabricadas para la elaboración de vinos o licores aromatizados, esto permitió crear diferentes productos derivados como: mistelas, vermut, distintos vinos dulces o licorosos y la venta de alcohol para encabezar finos flojos en otras regiones.
Precisamente, la bodega de Colomer fue una de las que introdujo, de forma temprana, un laboratorio específico para controlar científicamente los procesos mencionados; pues, por esta época los vinos dulces y aromatizados estaban en boga y más solicitados que el resto.

Decadencia y final de la Bodega de Colomer.
A finales de los años veinte aparecieron diversos conflictos entre los grandes bodegueros y los pequeños productores y viticultores, pues aquéllos imponían los precios de venta.
Para solventar el conflicto de intereses en 1933 se creó una Comisión Mixta Vitivinícola para cada pueblo del Partido Judicial de Almansa.
Con la llegada de la II República y el proceso de reforma agraria, las tensiones entre fabricantes de vino y viticultores dieron lugar a la incautación de bodegas, entre ellas la bodega de la Calle de El Muelle de los Hijos de Ramón Colomer y, al inicio de la Guerra Civil, esta alcoholera fue convertida en la Cooperativa Vinícola Alcoholera de Producción y Consumo de Almansa.
Un cuestionario del año 1938 refleja el número de 10 operarios en la fábrica de Colomer.


 Ramón Colomer Vidal (1885-1975).
Tras la Guerra Civil el sector viticultor sufrió un descenso de la producción, registrándose importantes bajas en la matrícula industrial del periodo 1938-1944.
En 1945 aparecen registrados: Hijos de Ramón Colomer S.L. como criador-exportador de vinos, una fábrica de alcohol de 23 metros de Hijos de Ramón Colomer y una fábrica de aguardientes de 5.000 litros de Hijos de Ramón Colomer.
Durante los 15 años siguientes se produjeron pocos cambios, como consecuencia de la mala situación económica del país y la sobreproducción del sector vitivinícola español.
Basta una muestra para describir la precaria situación durante estos años: según ABC, entre los años 1930-1936, en Almansa el precio medio por grado y hectólitro era de 38 pesetas; mientras que, en 1941, Hijos de Ramón Colomer enviaba vinos a Barcelona y a Valencia a sólo 1,8 y 2,5 pesetas/litros.
Esto explica el cierre masivo de explotaciones entre 1938 y 1944.
La bodega de los Colomer se vendió a finales de la década de los cincuenta del siglo XX. A partir de 1960 ya consta una fábrica rectificadora de alcohol de Sucesores de Alfonso Abellán en la calle de El Muelle (antigua alcoholera de Colomer).

FUENTES.

-Cuadernos del Archivo de Almansa nº 2.
Historia del vino en Almansa. Análisis del proceso de industrialización y sus repercusiones.
José Ramón Martínez Jiménez.
Edita: Ayuntamiento de Almansa.
Imprime: Imprenta Municipal.
Depósito Legal: AB 257-2015.

-Ramón Colomer Ferri y Clara Vidal Mompó.
blogcoloma

-Ramón Colomer Vidal.
blogcoloma

-José Ramón Colomer Calabuig.
blogcoloma

-Genealogía Colomer de Aielo de Malferit y Canals.
blogcoloma

-Las chimeneas industriales en Almansa.
Pascual Clemente López.
http://historiadealmansa.usuarios.tvalmansa.com/index.html
















        

1 comentario:

jabindajani dijo...

A new online gambling site is coming to the New Jersey - DrMCD
The NJ online gambling 충주 출장안마 scene is booming and so are 부천 출장마사지 the types of games that people play, with casinos "I went 서귀포 출장안마 to 서귀포 출장마사지 NJ. I am very concerned about the state of 김제 출장안마 New Jersey,