Ernesto Coloma Martínez y los primeros Cines de Almansa por Francisco Coloma Colomer e Isabel Saiz Giorgeta.

Ernesto Coloma Martínez 
los primeros Cines de Almansa. 

 por
 Francisco Coloma Colomer e Isabel Saiz Giorgeta.


Fuentes principales:

- El Cine en Almansa del siglo XX. Emilia Cortés Ibáñez y Pepa Ariño, 2008.
- Archivo Particular de Ernesto Coloma García.

Introducción. 

Ernesto Coloma Martínez, almanseño, industrial y terrateniente, fue el menor de los tres hermanos fundadores de la gran fábrica de calzado almanseña “Hijos de Francisco Coloma”.
El objetivo de esta narración es exponer, la curiosa circunstancia que supone, la relación directa o indirecta de nuestro personaje con los tres primeros cines fijos que hubo en Almansa, a principios del siglo XX.
 Ernesto Coloma Martínez
(1870-1938)
(Foto familiar).




Biografía de juventud. 

Ernesto Coloma Martínez nació en Almansa, el día 29 de diciembre del año 1870.
Fue el tercero de cinco hijos que hubo en el matrimonio entre Francisco Coloma Sáez (1835-1896) y Belén Martínez Parra (1835-1919).
Con sus dos hermanos mayores (Aniceto [1859-1921] y Herminio [1865-1942]) comenzó a trabajar, desde muy joven, en el negocio familiar del calzado.
Estos primeros talleres artesanos, como el de los Coloma, desarrollaban su labor en un lugar más o menos amplio del propio hogar familiar. El padre hacía la función de maestro artesano y los hijos de aprendices, con algún contratado suplementario, según la rentabilidad del taller.
En la segunda mitad del siglo XIX, estos negocios no podían subsistir solo con la venta local y tenían que extender su ámbito hacia zonas vecinas, como, en el caso que nos ocupa, la Feria de Albacete; hasta aquellas localidades, los hermanos Coloma Martínez (Aniceto, Herminio y Ernesto), se desplazaban regularmente, para colocar parte de su producción.

Ernesto Coloma Martínez
(1870-1938)
(Foto familiar).

Inicialmente, durante la vida de su padre, las dos primeras dependencias de los talleres (artesanal el primero e industrial el segundo), estuvieron situadas en el interior del casco urbano. Coinciden estos dos talleres con la infancia y juventud de Ernesto.
Pero, al morir el paterfamilias, en 1896, los tres hermanos varones decidieron ampliar el negocio y desplazarlo a las afueras de la ciudad.
El 8 de julio de 1897 compraron el antiguo cuartel de caballería, del siglo XVIII, llamado el Cuartel Viejo, junto con otros terrenos colindantes.
Fue aquí donde erigieron, no ya su nuevo taller industrial, sino su flamante fábrica de calzado.
Es, a partir de entonces, cuando Ernesto se convierte, a punto de cumplir los treinta años, en un envidiable joven rico y soltero.
Decidió invertir sus ganancias en la adquisición de bienes inmuebles, tanto urbanos como de labor.
Sus obligaciones, relacionadas con el negocio familiar, durante las dos primeras décadas del siglo XX, fueron las de buscar y lograr la apertura de nuevos mercados, ampliar los ya existentes y difundir las bondades del producto, tanto por el ámbito nacional como por el internacional; hay que tener en cuenta que, la Fábrica de Calzados “Hijos de Francisco Coloma”, se convirtió rápidamente en una de las más importantes de Europa.
Debido a la ausencia de obligaciones familiares propias, pudo dedicar gran parte de su quehacer diario a las relaciones públicas y a su propia holganza.
Sus fincas de labor las convirtió en magníficos cotos de caza añadiendo, a sus amplias parcelas cerealísticas, los montes colindantes, alquilándolos al propio Ayuntamiento.
Al mismo tiempo, en el ámbito urbano participó de lleno en la mayor parte de: actos, asociaciones y relaciones sociales, habidos en la Almansa de principios de siglo.
Fue, de este modo, como Ernesto estuvo, directa o indirectamente, relacionado con los tres primeros cinematógrafos fijos, que abrieron sus puertas a los ciudadanos de esta localidad manchega.

Inicios del Cine en Almansa.

Según describen Emilia Cortés Ibáñez y Pepa Ariño en su libro “El cine en Almansa del siglo XX, los espectáculos cinematográficos empezaron a aparecer, en las ciudades españolas, en el inicio del siglo XX. Eran tan novedosos y mágicos, que se mostraban como auténticas atracciones feriales en barracones ambulantes.
Las primeras noticias que tenemos sobre proyecciones del cinematógrafo en Almansa datan del mes de agosto de 1907, con el espectáculo ofrecido en el Pabellón Nicolás (barracón ambulante), instalado en la calle del Cerrado, frente al Paseo de la Glorieta.
El mismo, Pabellón Nicolás, ofreció su espectáculo, este mismo mes y año, en el Teatro Principal, única sala con que contaba Almansa en este periodo.
Tal fue el éxito de estos espectáculos, que requirieron de controles especiales; el 15 de febrero de 1908, se redactó ya un Real Decreto por el que se adoptaban medidas para evitar incendios y reglas para construir los edificios destinados al cinematógrafo.
Otros espectáculos cinematográficos, esporádicos, que fueron mostrándose durante aquellos años en Almansa fueron: el del Cine Marín, que también se instaló en el Teatro Principal (21 de marzo de 1909), y el del Pabellón Requena (barracón ambulante) que trabajó en 1912, instalándose en la calle San Francisco nº19, en el patio llamado “Corralazo”.
Fueron tres, los primeros inmuebles adaptados, de forma permanente, al cinematógrafo, que se instalaron en Almansa:
-El Teatro Principal.
-El Cine Moderno.
-El Cine Cervantes.
Los tres tuvieron, de algún modo, relación directa o indirecta con Ernesto Coloma Martínez y, por lo tanto, son el objeto de la presente narración.
Plano de Almansa de 1876.
El número 1 es el Castillo, con las áreas primitivas marcadas circularmente en negro.
Las pequeñas zonas ennegrecidas, fuera del Castillo, corresponden a la localización de los primeros tres cines fijos que hubo en la ciudad, 
a principios del siglo XX.

Marcadas en negro aparecen las ubicaciones de los tres cines comentados, sobre plano actual.
(Página de Francisco Miguel Merino Laguna www.redjaen.es/francis/).

El Teatro Principal.

La Sociedad Filantrópica de Almansa, fue creada en el siglo XIX con fines lúdico-sociales. Daba funciones líricas y dramáticas y parte de sus ingresos se entregaban a los necesitados.
El día 11 de marzo de 1867, el Ayuntamiento de Almansa permitió, a esta Sociedad, edificar un teatro en la calle de Las Monjas (actual, calle de Federico García Lorca), donde estaba la Academia de Música.
Éste fue, el Teatro Principal.
Desconocemos cuándo, exactamente, se terminó de construir y cuándo fue inaugurado, pero sabemos que, en 1871, el teatro ya existía, por lo que debió de ser edificado y puesto en funcionamiento en el periodo comprendido entre estos cuatro años (1867-1871).
También se dispone de datos confirmando que, entre 1901 y 1905, la Sociedad explotaba el Teatro Principal.
Antes de la llegada del Cinematógrafo, el edificio del Teatro no sólo se empleaba para representaciones sino también para actividades varias: bailes para recaudar fondos (como el de 1877, destinado a la compra de uniformes para los componentes de la Banda de Música de Almansa), bailes de máscaras, reuniones (como la de viticultores de 1885) y Juegos Florales (1905 y 1913).
Por supuesto, cuando llegó el cine, fue lugar de proyección.

Ubicación del Teatro Principal sobre plano actual.
La calle de Federico García Lorca era entonces la calle de las Monjas y la calle Cervantes era la calle del Olmo.
(Callejero de Almansa https://almansa.callejero.net).


¿Cómo era este Teatro Principal a finales del siglo XIX?
Tenemos la descripción de la finca, extraída del Archivo Municipal, con fecha 28 de abril de 1895.
[…] situado en la calle del Olmo de esta ciudad (actual, calle Cervantes), con el número de orden 19 antiguo, hoy 17, manzana 28, que linda por la derecha, entrando, con la calle de las Monjas (actual, García Lorca); izquierda, antes Don José Sánchez Gómez, hoy su heredero Don Diego Sánchez Martínez; por su espalda, antes con José Calatayud, hoy con José Cantos Costa.
Mide su fachada principal 14 m por 25.5 m, y se compone de planta baja, principal y segundo piso; en los bajos, patio de butacas, plateas, escenario, foso, corral descubierto y varias habitaciones interiores; en el principal, 17 palcos con sus habitaciones interiores; y en el segundo piso, destinado a la entrada general, con su correspondiente entrada general […]

En virtud, habiendo examinado el Registro […] anoto previamente la posesión de la finca de este número a favor de la “Sociedad Filantrópica de Almansa”, representada por el presidente, Don Juan Cuenca Hernández […]
(A.R.P.A., libro 147, finca nº6369, f. 27 y 27 v., anotación A). 

 Calle de las Monjas.
Actual calle de Federico García Lorca.
En la parte derecha, haciendo esquina con la calle de Cervantes, se edificó el Teatro Principal.
(httpscloud10.todocoleccion.onlinepostales-castilla-la-manchatc201705310088217300.jpg).


Aforo del Teatro Principal.
Los datos que presentamos del aforo existente, en el Teatro Principal, corresponden al año 1901.
-Palcos: 5
-Plateas: 15
-Butacas: 160
-Sillas de palco: 20
-Delanteras: 25
-Entradas generales: 300
Total: 525
 Teatro Principal de Almansa.
(Archivo de la Casa de Cultura).

Cronología del Cinematógrafo en el Teatro Principal.
Como hemos comentado, en el inicio de esta narración, las primeras noticias que tenemos sobre proyecciones, en el Teatro Principal, datan del mes de agosto de 1907, cuando el Pabellón Nicolás se instaló en el Teatro, de manera ocasional.
Teatro Principal de Almansa.
(Archivo de la Casa de Cultura).

También hemos citado que, en marzo de 1909, fue el Cine Marín quien proyectó en este Teatro.
En relación con la instalación permanente del cinematógrafo, en este local, consta en los archivos que, el 13 de octubre de 1914, el Principal ya contaba con ella.
Tres años más tarde (mes de marzo de 1917), ocurre otro dato importante; pues, la Empresa del Cine Moderno (ver luego datos sobre este cine), se hizo cargo del cinematógrafo en el Principal.
La prensa de Almansa publicó este hecho y ofreció al empresario (Juan González Igual) muy buena acogida:
[…] hace siete u ocho años apenas si se sabía lo que era cinematógrafo en Almansa.
Primeramente, tuvimos unos cuantos que vinieron de paso y se llevaron algunas pesetas, por la novedad que representaba el espectáculo en nuestra población, pero dado lo inocente de los asuntos, que hasta entonces se conocían en dicho arte, no pasaba de ser un espectáculo de niños o para niños.
Después tuvimos varios más con distintas empresas y ninguna supo darle el verdadero relieve e importancia que en sí llevaba y tenía la Cinematografía, porque en realidad todos aquellos empresarios no iban más que al negocio […] sin preocuparse para nada del arte […]
Para que Almansa pudiera apreciar todo lo grande […] del arte cinematográfico, tuvo que esperar que un forastero tomara a su cargo un salón completamente arruinado y desacreditado, en donde a fuerza de constancia […] consiguió llevar […] la alegría y la satisfacción […] al pueblo contento y agradecido […]
D. Juan González Igual, que es la persona de que nos ocupamos, empresario del popular y simpático Cine Moderno, nombre que ha penetrado hasta en los últimos rincones de nuestra población, se propone darnos a conocer en nuestro Coliseo lo mejor que existe hasta hoy en el Cinematógrafo […]

(Claridades, nº10, 24-2-1917, p.3).

Relación entre Ernesto Coloma Martínez, la Sociedad Filantrópica y el Teatro Principal.
Como hemos descrito, en su somera biografía de juventud, Ernesto Coloma Martínez gozó, durante las dos primeras décadas del siglo XX, de una posición idílica. Como joven adinerado y libre de carga familiar alguna, se convirtió en terrateniente y participó en la mayor parte de los eventos sociales de su ciudad natal.
Ernesto Coloma Martínez.
(Foto familiar).


Entre sus actividades lúdicas figuraba la de ser miembro de la Sociedad Filantrópica y, por ende, intervenir en los quehaceres del Teatro Principal.
Como indica el presidente de la Sociedad (texto que exponemos más adelante), Ernesto Coloma prestó, en muchas ocasiones, fondos en metálico para sufragar gastos tanto de la Sociedad como del Teatro. Fue tal su implicación que, a finales de la década siguiente, ya casado y padre de familia, llegó a ser arrendatario del propio teatro, contrayendo, la misma Sociedad, determinadas deudas con él.

Papel de Ernesto Coloma Martínez en la fase final de la Sociedad Filantrópica y en la evolución del Teatro, hasta la Guerra Civil.
En 1926, el Teatro fue arrendado por Ramón López Díaz; pero, debido a la situación precaria del edificio, se fueron suspendiendo las funciones.
En 1927, el estado del Teatro era precario y se declaró ruinoso.
El presidente de la Sociedad, Luis Cortina González, reunió a la Junta y, por mayoría, se decidió disolverla y ceder al Ayuntamiento el edificio del Teatro, para que se demoliese y construyese otro nuevo.
Uno de los que votó en contra, en esta Junta, fue Ernesto Coloma Martínez (socio y arrendatario) que expuso lo siguiente: “en espíritu estoy conforme con la mayoría, pero voto en contra por mi situación de arrendatario”.

-Dos cartas de Ernesto Coloma Martínez al alcalde.
1ª carta.- La Sociedad Filantrópica tiene conmigo pendiente un préstamo de 3.100 pts. y a más de 13 meses de arrendamiento, equivale a unas 3.200 pts. que hacen un total de 6.300 pts.

A pesar de esta advertencia por parte de Ernesto, la siguiente carta revela su postura altruista, condonando dicha deuda.

2ª carta.- Considero que esta cantidad es una insignificancia en relación a la importante suma que ha necesidad de invertir para la construcción del nuevo teatro y que no puede constituir un obstáculo para la realización del mismo; pero si, como según parece, esta digna Corporación Municipal sustenta criterio distinto y sigue con el propósito decidido de no admitir la cesión con gravamen alguno […] renuncio a todos los derechos y créditos que tengo contra dicha Sociedad Filantrópica y que, desde luego, cedo a favor de ese ilustrísimo Ayuntamiento, añadiéndole que, si para la realización de ese hermoso proyecto hiciera falta recurrir a la ayuda generosa del vecindario, cuente, además, por adelantado con mi más decidido apoyo.
(A.H.M.A., legajo 1348, Carpeta 3-C).

-Carta de Luis Cortina al alcalde.
[…] si la expresada carga de seis mil cien pesetas próximamente, que hoy pesa sobre el teatro, constituye a juicio del Excelentísimo Ayuntamiento, un obstáculo para aceptar la cesión del mismo, el Sr. Coloma se hallaría dispuesto a condonar totalmente la deuda para facilitar las obras de construcción de un nuevo teatro. 
(A.H.M.A., legajo 1348, Carpeta 3-C).
-Octavilla lanzada por el presidente de la Sociedad (11-XI-1927).
La Sociedad Filantrópica […] ha necesitado en múltiples ocasiones apoyos metálicos que D. Ernesto Coloma ha facilitado en muchas ocasiones, y que nadie hubiera hecho otro tanto, dada la insolvencia de esta Sociedad, colocada siempre al margen de la Ley de Asociaciones.
Que este señor prestó su apoyo material, y contribuyó al sostenimiento del Teatro, es innegable […]
(A.H.M.A., legajo 1348, Carpeta 3-C).


Ernesto Coloma Martínez.
(Foto familiar).


-Noticia del periódico de Almansa (11-XI-1927).
Recoge la noticia de que Ernesto Coloma Martínez ha entregado las llaves del Teatro y renuncia a la deuda.
[…] cede desinteresadamente el capital que se le adeuda, como arrendatario del mismo, a fin de salvar los obstáculos que pudieran servir de entorpecimiento a su pronta construcción.

(Periódico de Almansa nº13, 11-XI-1927).

Ante la situación por la que atravesaba la Sociedad Filantrópica, el 30 de noviembre de 1927, el Ayuntamiento se encargó del Principal, con el objeto de hacer las gestiones para construir otro Teatro.

-Carta del Ayuntamiento a Ernesto Coloma (5-XII-1927).
[…] agradecimiento profundo por su renuncia a derechos y créditos que tenía contra la Sociedad Filantrópica y Teatro, cedido por éste a este Municipio. 
(A.H.M.A., legajo 151, Expediente 8).

A partir de este momento, el Ayuntamiento incumplió el trato comprometido con la Sociedad Filantrópica; pues, en lugar de construir un nuevo teatro, se limitó a reparar defectos puntuales en el edificio antiguo. Este hecho exasperaba a Ernesto, como lo demuestran sus declaraciones recogidas durante aquellos años.

-Carta de Ernesto Coloma al alcalde.
El 25 de septiembre de 1928, Ernesto Coloma escribe al alcalde, Eugenio del Rey, y le habla del deterioro del edificio del Teatro. Además del lamentable estado de la viga del escenario (tronchada, y que en esa fecha estaba siendo reparada), la techumbre de la sala correspondiente al patio de butacas amenazaba ruina y los palcos corrían peligro de venirse abajo. Termina diciendo:
[…] permítame protestar con toda clase de respetos, pues entiendo que, al abrir el Teatro mediante un arreglo parcial para salir del paso, se aplaza indefinidamente la construcción de uno nuevo de planta, […], que era el propósito fundamental, lo mismo de la Sociedad propietaria que del que suscribe, al hacer cesión de todos sus derechos a ese Ilmo. Ayuntamiento. 
(A.H.M.A., legajo 1348, Carpeta 3-C).

En noviembre de 1929, el gerente del Principal solicitó permiso para realizar proyecciones. El inspector municipal y el arquitecto dieron el visto bueno.
El 29 de enero de 1930 comenzaron las proyecciones.
En 1930, Ernesto Coloma continuaba manifestando su desacuerdo en el asunto del Teatro.
Así lo expuso el 12 de abril, al afirmar que con la cesión del Principal al Ayuntamiento se faltó al espíritu del acuerdo de la Sociedad Filantrópica y que, por ser establecimiento de Beneficencia, fue ilegal el acuerdo de la Corporación municipal al realizar la cesión. Por todo ello consignó su protesta y pidió se estudiase la manera de anular la correspondiente cesión.

Datos, de 1930, sobre el Teatro Principal.
También disponemos de una descripción y ubicación del teatro obtenida del Archivo del año 1930.
[…] tiene 18.50 m de fachada por 25.50 m de fondo en su lado derecho y 23 m por el lado izquierdo, formando una superficie total de 452 m2; linda por su lado derecho, entrando, con la calle de Salmerón (actual García Lorca), por el izquierdo con casas de la Sociedad Filantrópica […] y por la espalda, con casas de Sebastián Cantos Ibáñez […]
(A.R.P.A., libro 218, finca nº 9920, f. 101, anotación A.


La actividad del Principal se vio mermada ante la aparición del Teatro Regio y del Cine Coliseum; quedó reducida a celebración de festejos populares, reuniones de asociaciones, ensayos de bandas, etc.
Durante la Guerra Civil, la infraestructura del Teatro sufrió desperfectos y fue cerrado.
Nuestro personaje, Ernesto Coloma Martínez, murió en plena guerra (1938), sin ver logrado su objetivo.

Salón Moderno.

El siguiente cine, que vamos a comentar, es el Salón Moderno de Almansa, que se instaló en el nº34 de la calle Virgen de Belén (anterior calle Plaza), justo en la esquina entre esta calle y la plaza de Santa María.
La relación de este cine con Ernesto Coloma Martínez radica, en la circunstancia de que, precisamente este inmueble, sería comprado por él en el año 1919, para servir, en adelante, de residencia familiar, uniéndola con la finca de su lado derecho (nº32), también de su propiedad.
Los tres inmuebles contiguos (números: 30, 32 y 34) ubicados al final de la calle Virgen de Belén, fueron, en algún momento, morada de Ernesto. Primeramente, desde finales del siglo XIX, ocupó, con sus padres y sus dos hermanas (Belén y Antonia, aún solteras), el nº30 (comprado por su padre Francisco, en 1890). Desde 1915, vivió solo con su madre (Belén Martínez Parra) en el nº32, inmueble adquirido por ella este mismo año; su padre ya había fallecido y sus hermanas habían casado (Antonia en 1899 y Belén en 1905). Por último, como hemos comentado, el nº34 lo adquirió Ernesto en 1919.
Marcado en negro, lugar donde se instaló el Cine Moderno, esquina de Virgen de Belén con plaza de Santa María.
(Página de Francisco Miguel Merino Laguna www.redjaen.es/francis/).

Ubicación y antiguos propietarios del inmueble donde se instaló el Salón Moderno.
Sabemos por los archivos que, hasta finales del año 1900, Pascual Biosca Megías era propietario de una casa y bodega, antes posada, sita en la calle Virgen de Belén, nº34 moderno (nº15 antiguo).
Esta casa medía: 8.80 m de fachada por 41 m de fondo, incluido el corral, y constaba de dos pisos con diferentes dependencias.
El inmueble lindaba: por la derecha, entrando, con la casa de Blas Bonete González y la fábrica de aguardiente de Pascual Biosca; por la izquierda, con la plaza de la Iglesia de Santa María (con la que formaba esquina) y con la casa de los herederos de José Sánchez Gómez; finalmente, por la espalda, lindaba con la calle de la Rambla y parte segregada de dicha casa, con la fábrica de alcoholes y con la propiedad de Alejandro Benito.
El inmueble pasó a ser propiedad de Purificación Armengol y Roca, el 8 de noviembre de 1900, adquirida por adjudicación en pago de parte de un crédito hipotecario, constituido por Pascual Biosca Megías.  
(A.R.P.A., libro 154, finca 97 duplicado, inscripción 7ª, f. 12).
A la izquierda de la fotografía, aparece el final de la calle Virgen de Belén con parte de la fachada del edificio donde se instaló el Cine Moderno.
A la derecha Iglesia de la Asunción.
En el centro Fuente de los Patos.
(Archivo particular de Aurora Albertos Martínez).
Vista actual del final de la calle Virgen de Belén.
A la izquierda, nuevo edificio donde estuvo instalado el Cine Moderno.
A la derecha Iglesia de la Asunción.
(Foto familiar).


Cuando Purificación murió, su patrimonio se repartió entre sus dos hijas (Purificación y Concepción Galiana Armengol), por partes iguales.
La casa que nos ocupa quedó inscrita a nombre de Concepción Galiana Armengol (una de las hijas de Purificación), el 10 de agosto de 1911.

Aparición del Salón Moderno (1912-1919).
El primer dato de que disponemos acerca del Salón Cine Moderno data del 20 de noviembre de 1912, cuando la alcaldía comunicó al Gobierno Civil lo siguiente:
D. Francisco Vila de Mergelina ha solicitado de esta Alcaldía autorización para la apertura de un edificio en la Plaza de Santa María para instalar un cinematógrafo; que los peritos municipales de albañilería informan que consta sólo de planta baja, y su construcción es sólida […]
Este, Francisco Vila de Mergelina, era esposo de Concepción Galiana Armengol, dueña del edificio completo, como hemos relatado anteriormente.
El Cine se colocó en la parte izquierda del inmueble (calle Virgen de Belén nº34), dando su fachada completa y la entrada al mismo, hacia la Plaza de Santa María.
Pintado, en esta fachada, se colocó un titular que rezaba: “Cine Moderno”.
Fue el primer local, que se abrió en Almansa, dedicado plenamente a cinematógrafo; ya que, hasta entonces, en el Teatro Principal, las sesiones de cine eran esporádicas y en el resto, de espectáculos cinematográficos ofrecidos en la ciudad, se exhibía de forma ambulante.

Cronología.
Según Emilia Cortés Ibáñez y Pepa Ariño, el alta de este cinematógrafo está recogida en el “Registro de Altas del año 1912”. Para el número de orden 25, la fecha de manifestación es el día 5 de julio de 1913, y la de su aprobación definitiva el día 16 de julio del mismo año.
En 1915, el alta de este cine estuvo a nombre de Juan González Igual.
El Moderno contó con su primer competidor cuando, en 1916, abrió el Cine Cervantes (del que hablaremos más adelante).
Calle Virgen de Belén.
La última casa de la derecha fue la que albergó al Cine Moderno.
Al fondo, a la izquierda, la torre de la Iglesia de la Asunción.
(https://www.almansa.com/index.php/galeria/fotos-antiguas).


Informe de la inspección del Cine Moderno.
El 6 de julio de 1916, la alcaldía de Almansa solicitó del Gobernador la inspección reglamentaria para los tres cines activos en su ciudad. El Gobernador indicó esta inspección para el 29 de julio de 1916:
-Teatro Principal, firmó el presidente Juan Pérez.
-Salón Cine Moderno, firmó Ramón Arráez.
-Salón Cine Cervantes, firmó J.J. Pastor.
En este informe de la inspección, realizada en el cine Moderno, se aprecia la diferencia estructural del salón, de 1916, con la aparecida en el informe de apertura, de 1912.
[…] La cabina reúne las debidas condiciones de seguridad y aislamiento. La sala de butacas tiene las puertas necesarias de salida.
Las butacas deben fijarse a la distancia de 45 cm entre el respaldo de una de ellas y el borde del asiento de la siguiente.
Los dos pasillos laterales deben tener 70 cm de anchura como mínimo.
El anfiteatro debe impregnarse de sustancia incombustible por estar construido de madera.
La escalera de salida de dicho anfiteatro debe reformarse en el sentido de suavizar su pendiente porque resulta ésta muy pronunciada y, por tanto, peligrosa para caso de un siniestro.
(A.H.M.A., legajo 430, Expediente 2).


Otros datos sobre el Salón Moderno.
Aunque la actividad de este Cine duró sólo 7 años, para una ciudad como Almansa, a comienzos del siglo XX, no es nada despreciable.
(Vid. Pérez y Ruiz de Alarcón, 1949, p. 202).
Los respectivos encargados del cine, durante estos 7 años fueron:
-Francisco Vila de Mergelina (1912-1913).
-Ramón Arráez y Juan González Igual (1914-1919).

Aparece Ernesto Coloma Martínez. Evolución del edificio.
Según la Escritura de Compraventa, el 30 de agosto de 1919, Concepción Galiana Armengol (propietaria del edificio), asistida por su marido (Francisco Vila de Mergelina), vendió a Ernesto Coloma Martínez esta casa.
Los datos de su ubicación y las nuevas lindes de la finca de este año, 1919, eran: Virgen de Belén nº34, linda por la derecha con la casa de Belén Martínez Parra (madre de Ernesto), por la izquierda con la Plaza de Santa María (formando esquina) y por la espalda con la calle de la Rambla.
Ernesto Coloma compró la casa por 4.500 pts. y la destinó a futura residencia familiar.
(Escritura de Compraventa, 1919. Archivo particular de Ernesto Coloma García).

Ernesto Coloma Martínez.
(Foto familiar).

Anteriores residencias de Ernesto.
La primera morada de Ernesto Coloma Martínez, de la que tenemos registro, fue la ubicada en el nº1 de la calle del Progreso (hoy Pablo Iglesias), donde vivía con sus padres y hermanos.
También fue en este inmueble donde se instaló el primer taller familiar.
A finales del siglo XIX, Ernesto debió de trasladarse al inmueble ubicado en el nº30 de la calle Virgen de Belén. Esta casa fue comprada por su padre Francisco, en 1890. Parece que, una vez casados sus dos hijos mayores (Aniceto y Herminio), el matrimonio (Francisco Coloma Sáez y Belén Martínez Parra), decidió el cambio de vivienda con el resto de los hijos solteros (Ernesto, Belén y Antonia).
De los dos hijos ya casados: Aniceto quedó en la casa sita en la calle del Progreso nº1 y Herminio en la calle Virgen de Belén, esquina con la calle Lavadero.
A partir del año 1915, Ernesto vivió solo con su madre, en el nº32 de la misma calle (Virgen de Belén), casa justo anexa a la ocupada por el Cine Moderno (adquirida este mismo año por ella); ya que, su padre había fallecido y sus hermanas habían casado (Antonia en 1899 y Belén en 1905).
Como hemos comentado, en 1919 (6 días antes de fallecer su madre Belén), Ernesto compró, finalmente, el inmueble nº34, concluyendo la actividad cinematográfica del Salón Moderno.

Final del inmueble.
Años después, en diciembre de 1969, los hijos de Ernesto Coloma Martínez (hermanos Coloma García), herederos de su patrimonio, vendieron la casa a la Cooperativa de Viviendas Pedro Lamata Megías; casa que, derruida al igual que sus contiguas, dio lugar al bloque de viviendas que hoy se levanta en la Plaza de Santa María.

El Cine Cervantes.

Precedentes del inmueble.
El cine Cervantes ocupó el edificio situado en el nº5 de la calle Virgen de Belén (antigua calle Plaza), con salida posterior a la actual calle Cervantes (antes calle de la placeta del Olmo).
Sabemos que, a mediados del siglo XIX (c. 1850), esta finca era propiedad de Juan Cortina, comerciante de aguardientes. Al morir éste, en diciembre de 1858, la casa fue heredada por su hijo, Juan Cortina Valencia, también comerciante.
Pero, 7 años más tarde, ante la imposibilidad de asumir las deudas que se cernían sobre el inmueble, la casa pasó a ser ocupada por Domingo Ibáñez Pradas, maestro de profesión, el 1 de marzo de 1865.
A pesar de que la casa tuvo que hacer frente a varias hipotecas, siguió perteneciendo a la familia Cortina hasta 1907, año en el que, finalmente, quedó inscrita como propiedad de la Sociedad “Hijo de A.G. Moreno y Sobrinos”.
Ubicación del Cine Cervantes sobre plano actual.
(Callejero de Almansa https://almansa.callejero.net).

Los primeros datos de que disponemos, sobre las características y ubicación de dicha finca, aparecen en el Archivo con fecha de 1891:
La finca situada en este número es una casa situada en esta ciudad y su calle Plaza (posterior Virgen de Belén), número 39, lindante por su costado derecho entrando con otra de Antonio Coloma antes Juan Sáez; por izquierdo de otra de Dña. Raimunda Pérez, antes Don Marcelino Navarro; y a su espalda, calle de la placeta del Olmo (posterior, calle Cervantes).
Tiene de fachada y testero trece metros por veintidós de fondo […] Consta de piso bajo que contiene un cuarto y cocina a la derecha, tienda y trastienda a la izquierda, bodega, corral, pozo y cuadra; de principal, con tres salas; sobre este piso, cámaras y, sobre ellas, un terrado […] 
(A. R. P. A., libro 122, finca nº5349, f. 132, inscripción 1ª).

Este Antonio Coloma, al que se refiere el Archivo citado como propietario de la casa contigua de la del cine, es Antonio Coloma Gil (padre de Francisco Coloma Sáez y abuelo de Ernesto Coloma Martínez), a pesar de que había muerto dos años antes de emitirse este informe (1889). Antonio residía en este inmueble cuando murió, como refleja su certificado de defunción. Esta vivienda la heredó su hijo Francisco Coloma Sáez y, así mismo, coincide con el edificio indicado con el nº1 de la calle del Progreso (actual Pablo Iglesias), que ocupó, Francisco y su familia, como vivienda y primer taller artesanal, desde c. 1870 hasta c. 1890.
Por otra parte, el tal Juan Sáez mencionado, como propietario del mismo inmueble, antes que Antonio Coloma Gil, sería, posiblemente, su cuñado (hermano de su esposa Antonia Sáez Sánchez), tío de Francisco Coloma Sáez y tío abuelo de Ernesto Coloma Martínez.

El Cine, edificio de nueva planta.
Debido al estado ruinoso de la finca, el Ayuntamiento ordenó su demolición.
El solar resultante, propiedad de la Sociedad “Hijo de A.G. Moreno y Sobrinos”, domiciliada en Madrid, fue vendido, en 1913, a la Sociedad “Hijos de Francisco Coloma”. En representación de la Sociedad actuó uno de sus socios, Aniceto Coloma Martínez (que precisamente residía con su familia, desde principios de 1890, en la finca contigua, cuyos datos hemos comentado anteriormente).
Calle Virgen de Belén.
A la izquierda, balconada del Cine Cervantes.
Al fondo, haciendo esquina con la calle Lavadero, casa de Herminio Coloma Martínez, hermano de Ernesto.
(Archivo particular de Ernesto Coloma García).


Tres años después de comprado el solar, la Sociedad “Hijos de Francisco Coloma” ya había edificado, en él, una sala destinada a cinematógrafo. Este fue el Cine Cervantes.
En 1916, se asociaron tres vecinos de Almansa, los cuales alquilaron e instalaron, en este inmueble, el cinematógrafo.
Los tres socios fueron:
-Juan José Pastor Vizcaíno.
-Cándido Ruiz Sánchez.
-Graciano Arráez Lillo.
(Archivo particular de Carlos Calatayud).

Descripción de la instalación, procedente de una inspección de 1916.
[…] dicho edificio consta sólo de planta baja y una galería destinada a preferencia, sin cubierta y está construido sólidamente […] dicho local y galería de referencia reúnen las condiciones de seguridad necesarias para el uso a que se destinan […] el camarín o cabina está totalmente separado de la sala del público y construido en piedra, fábrica de ladrillo y hierro; que el aparato de proyección, marca Imperator, de la casa Ernermán (sic), reúne todas las condiciones de seguridad exigidas, como pantalla automática y guillotina, y que existen las cajas refrigeradoras para guardar las bobinas […] se trata de un cinematógrafo al aire libre. Tiene suficientes salidas. La cabina se ajusta a lo que preceptúa el ya citado Reglamento, a excepción de la puerta que es de madera y debe estar revestida de zinc o sustituirla por chapa galvanizada.
El anfiteatro formado por las localidades altas está construido de madera y debe impregnarse de sustancias que la hagan incombustible
(A.H.M.A., legajo 430, Expediente 3).

Baile de gerencias.
Según opina Emilia Cortés, las reformas emprendidas, tras la inspección, debieron de incluir la cubierta del cine en su reapertura, el 1 de febrero de 1917.
De los tres socios iniciales, Pastor Vizcaíno compró su parte a los otros dos; pero, el 11 de abril de 1918, el mismo Pastor otorgó la compraventa y traspaso, de dicho cinematógrafo, a Diego Toledo Megías.
Así pues, Diego Toledo Megías fue empresario del Cine Cervantes desde abril de 1918.
Fachada del Cine Cervantes.
Calle Virgen de Belén.
A la derecha, se insinúa la casa de los Coloma.
(Archivo particular de Ernesto Coloma García).


Descripción de los enseres objeto de venta (1918).
[…] maquinaria completa de cinematógrafo marca Herner-Man-Imperator, plataforma para la misma máquina, un piano marca Fidalvi y Company, un cuadro de proyección, noventa butacas y doscientas sillas blancas, tres ventiladores, dos timbres y dos brazos para luz eléctrica, tres carteleras de hule y seis de madera, una estufa con tubería, cinco persianas, varias esteras y una puerta.
(Archivo particular de Carlos Calatayud).


Curiosidades del Cine Cervantes.
Se daba la curiosa circunstancia de que el nuevo empresario del Cine Cervantes (Diego Toledo Megías), almanseño y carpintero de profesión, trabajaba en la fábrica de los hermanos Coloma como encargado de carpintería y, aunque compró el cinematógrafo, continuó desempeñando su puesto de trabajo en dicha fábrica.
Fue su esposa, Belén Vizcaíno Vizcaíno, quien se encargó, completamente, tanto del funcionamiento del cine como del control de la taquilla.
En sus inicios no existían aún los billetes de entrada, por lo que, la propietaria, se colocaba en la puerta del local con un cestillo y la gente le iba pagando; no cobraba a todos por igual, aunque los precios fijados eran:
-General (abajo): 0.10 cts.
-Butaca (arriba): 0.20 cts.
El cine tenía tres puertas que daban a la calle Virgen de Belén y dos a la calle Cervantes.
Este edificio nunca fue teatro; ya que, carecía de escenario.
Cuando inició su actividad, se proyectaba la película directamente sobre la pared; la pantalla llegó más tarde.
La cámara de proyección fue colocada en la parte izquierda del vestíbulo; mientras que, la taquilla, se situó en la derecha del mismo.
El local incorporó una pianola, que funcionaba para animar las películas que, en aquel entonces, eran mudas. Mientras sonaba esta música de fondo, un comentarista, utilizando un señalador, narraba y explicaba las imágenes y situaciones que se iban proyectando.
Debido a su habilidad musical, la hija de los dueños (Batila Toledo Vizcaíno) fue la encargada de interpretar las piezas recreativas en esta pianola.
Matrimonio: Diego Toledo Megías y Belén Vizcaíno Vizcaíno.
Gestores del Cine Cervantes en 1918.
(El Cine en Almansa del siglo XX. Emilia Cortés Ibáñez y Pepa Ariño, 2008). 

Ernesto Coloma Martínez, nuevo propietario del Cine Cervantes.
En enero de 1919 había cambiado, de nuevo, la propiedad del Cine Cervantes; pues, Diego Toledo Megías, se asoció con su sobrino, Eduardo Megías Pérez, para gestionar el mismo.
Pero, como consta en documento privado, el 29 de enero de 1919, Ernesto Coloma Martínez entregó a los socios 2.525 pts. y entró, con Diego y Eduardo, a explotar el Cine.
(Archivo particular de Ernesto Coloma García).
Ernesto Coloma Martínez.
(Foto familiar).


Así pues; recapitulando, el edificio donde se ubicaba el Cine, seguía siendo propiedad de la Sociedad “Hijos de Francisco Coloma”; mientras que, la explotación del Cinematógrafo corrió, a partir de entonces, a cargo de los nuevos tres socios: Diego Toledo, Eduardo Megías y Ernesto Coloma.
Desconocemos hasta cuando se mantuvo esta situación.

Veamos la descripción del documento de creación de la nueva sociedad.
Documento (29 de enero de 1919).
Ernesto Coloma Martínez se asocia para gestionar, de modo tripartito, el Cine Cervantes.

En la ciudad de Almansa a 29 de enero de 1919 […]
De una parte Dn. Diego Toledo Megías, mayor de edad casado y de profesión carpintero, vecino de esta Ciudad.
Dn. Eduardo Megías Pérez, mayor de edad, casado, propietario, de la misma vecindad, y de otra Dn. Ernesto Coloma Martínez, mayor de edad, soltero, propietario y de la misma vecindad.
Los Sres. Dn. Diego Toledo y Dn. Eduardo Megías, declaran ser dueños del valor de los útiles y mobiliario existentes en el Salón Cine Cervantes, sito en la calle Virgen de Belén de esta ciudad y que según inventario practicado al efecto, resultan ser los siguientes:
-1ª máquina completa.
-Plataforma de la máquina.
-Un piano nuevo.
-Un cuadro de proyección.
-Mobiliario completo.
-100 sillas de Jordán.
-Sillas viejas de Valencia.
-2 timbres y dos brazos de la puerta.
-3 ventiladores.
-Una puerta.
-3 carteleras hule y seis de madera.
-5 persianas.
-Una estufa y tubos.
-Varias esteras.
-2ª máquina.
[…] De la anterior cantidad de 7.212,25 pts., deducido el importe del 12%, 865,25 pts., quedan 6.347 pts., de las que entrega en el acto en efectivo Dn. Ernesto Coloma á los referidos Dn Diego Toledo y Dn. Eduardo Megías, la cantidad de 2.525 pts., entrando, por tanto, el Sr. Coloma desde esta fecha á formar parte con dichos tres, para la explotación del referido Cine […]
 
(Archivo particular de Ernesto Coloma García).
 
Datos sobre el Cine Cervantes que aparecen en el Registro del año 1931, certificando la propiedad de inmueble a nombre de la nueva compañía: “Calzados Coloma Sociedad Anónima”.

 […] Un edificio titulado Cine Cervantes, situado en esta ciudad y su calle Virgen de Belén, número cinco de la manzana octava, compuesto de dos pisos con salón de cine en el bajo y salón de fiestas y habitaciones para el conserje en el principal, que ocupa una superficie de doscientos ochenta y seis metros cuadrados y linda por su lado derecho, entrando, con casa de herederos de Francisco Coloma Sáez; por el izquierdo por una casa titulada “La Cervecería”, que fue de doña Josefa Martínez Abellán y pertenece hoy a don Sebastián Huerta Milán; por la espalda con la calle del Casino […] La Sociedad regular colectiva, domiciliada en esta ciudad y denominada Hijos de Francisco Coloma, es dueña de esta finca por haberla construido en un solar que compró a la Sociedad Hijos de A.G. Moreno y Sobrinos […] la expresada Sociedad ha sido modificada varias veces y se denomina actualmente Hijos de Francisco Coloma y Compañía.
Don Ernesto Coloma Martínez y don Luis Rodríguez García, en nombre de dicha Sociedad, y don Miguel Vives Claramunt, don Felipe Alonso Rubio, don Herminio González Real, don José García Rubio, don Manuel Moreiras Fernández y don Viriato Coloma Candel han constituido una Compañía Mercantil, denominada “Calzados Coloma Sociedad Anónima” para la fabricación y venta de calzado con domicilio en esta ciudad, aportando a la misma la citada Sociedad, Hijos de Francisco Coloma y Compañía, la finca de este número (se refiere a la del Cine Cervantes) […]
En virtud, inscribo esta finca a favor de la nueva Compañía “Calzados Coloma Sociedad Anónima”, sin condiciones especiales.
Pagado el impuesto.
Almansa, a tres de julio de 1931.

(A.R.P.A., libro 183, finca nº5349, f. 95, inscripción 11ª, anotación letra C).
(A.R.P.A., libro 183, finca 5349, ff. 96-07. Inscripción 12ª).
La gran fábrica de calzado “Hijos de Francisco Coloma y Compañía.
Grabado (Archivo particular de Ernesto Coloma García.

 
 Francisco Coloma Sáez (arriba) con sus tres hijos varones: Aniceto (centro), Herminio (derecha) y Ernesto (izquierda).
(Archivo particular de Ernesto Coloma García).

Destino final del Cine Cervantes.
Como ya hemos comentado, desconocemos hasta cuando funcionó esta última sociedad.
Fachada del Cine Cervantes (c. 1932).
A la derecha: Batila Toledo Vizcaíno (hija de Diego y Belén) y su esposo Antonio Calatayud Tormo.
(El Cine en Almansa del siglo XX. Emilia Cortés Ibáñez y Pepa Ariño, 2008).

Sabemos que Diego Toledo explotó el cine Cervantes hasta la temporada 1931-1932; a partir de octubre de 1932 lo hizo su yerno Antonio Calatayud Tormo (esposo de su hija Batila).
Ernesto Coloma Martínez murió el 24 de agosto de 1938, en plena Guerra Civil.
Tras el cierre de la Fábrica Coloma, en 1957, el juez de primera instancia dictó la incapacidad de dicha Sociedad para administrar sus bienes, entre ellos se encontraba el Cine Cervantes, que salió a subasta judicial y fue adjudicado a Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (partido único del régimen franquista), destinándose la finca para la Delegación Nacional de Juventudes.
En 1969, se realizó obra nueva donde se encontraba el Cine Cervantes y, en 1979, se incorporó esta finca al patrimonio del Ministerio de Hacienda.
Posteriormente, en 1982, pasó a ser propiedad de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
Ernesto Coloma Martínez (final década de 1930).
(Foto familiar).


Fuentes.

- El cine en Almansa del siglo XX. Emilia Cortés Ibáñez y Pepa Ariño, 2008.

-Archivo particular de Ernesto Coloma García (hijo de Ernesto Coloma Martínez). Actuales propietarios: Luz y Ernesto Coloma Sendra.

-Archivo del Registro de Propiedad de Almansa (ARPA).

-Archivo Histórico Municipal de Almansa (AHMA).

-Archivo de la Casa de Cultura.

-Historia de Almansa. Pérez y Ruiz de Alarcón, 1949.

-Archivo particular de Carlos Calatayud Toledo.

-Archivo particular de Aurora Albertos Martínez.

-Página de Francisco Miguel Merino Laguna.
www.redjaen.es/francis/

-Callejero de Almansa.
https://almansa.callejero.net

-Certificado de matrimonio de Antonio Coloma Gil (1835).

-Certificado de defunción de Antonio Coloma Gil (1889).

-Certificado de nacimiento de Ernesto Coloma Martínez (1870).

-Certificado de defunción de Ernesto Coloma Martínez (1938).

-Testamento de Belén Martínez Parra (1919).

-Escritura de la casa ubicada en la calle Virgen de Belén nº 30 (1899).

-Escritura de la casa ubicada en la calle Virgen de Belén nº 32 (1915).

-Escritura de la casa ubicada en la calle Virgen de Belén nº 34 (1919).

-Escritura de la casa ubicada en la calle Rambla nº 33 (1919).

-Escritura de la adquisición del cine Cervantes (1919).

-Testamento de Ernesto Coloma Martínez (1932).

-Registro de la propiedad de la casa ubicada en la calle Virgen de Belén nº 32 moderno (1958).







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